“Con unos cursos de repostería básica, ya que con mi segunda hija estaba muy decidida a hacer todo yo; cosa que no ocurrió en ese momento, sino después con los años empecé a hacer las tortas familiares, para el colegio, a las maestras de mis hijos, luego en mi trabajo porque también era docente de preescolar, y así fue creciendo ésta idea, todo era para las personas más cercanas y algunas referidos de mis amigos.
Hasta que un día de abril del 2013 tome la decisión de dejar mi empleo, ya que mi tercer hijo Sebastian requería de más tiempo en diferentes actividades (terapias de lenguaje, ocupacional, psicología) y otras que exigen estar presente. Es cuando mis hermanas me preguntan que si hago las tortas, quedan tan buenas y sé decorarlas, porque no comenzar algo propio para generar ingresos. Si era algo que me gustaba y que podía hacer desde casa con mi niño.
Así que comencé a actualizarme en talleres, nuevas técnicas, tendencias, y todo lo que me gustaba iba probando, después con las redes sociales surge la necesidad de un nombre algo que me identifique, que sea fácil de pronunciar… Hasta que un día me toca retirar boletas de mis hijos en 2 instituciones diferentes, es cuando me doy cuenta que desde que pongo un pie en la acera de los colegio todas las mamás me empiezan a identificar como la mamá de Alamo, algo muy normal para mí y creo que para cualquier mamá, pero ahí es cuando internalizo que esa era yo, la mamá de los Alamos y así nace AlamosCake, luego vino el logo, lo hice con un programa de esos que descargan de internet; luego fue modificado por un joven @dluxo_art y todavía hoy seguimos trabajando.
Mis mejores empleados: mis 3 hijos, hasta amanecen si es necesario dándome apoyo. En el camino conocí a varias mamás a quienes enseñe un poco mi trabajo, en ellas me apoyo para evento grandes y al hacer las entregas.
¿Pero sabes?, hace un año me sentía como que si esa persona que está ahí haciendo una torta le faltaba algo, eso que termine como de llenarte, que te de plenitud, no es que AlamosCake no lo hiciera, sólo me di no era la misma, estaba dejando a un lado eso que tanto me gusta y apasiona; por lo que comienzo a buscar talleres en la misma área, pero nada, hasta que un día encontré Andrés Landaeta en una de sus clases de bombonería básica y resulta que en esa clase tuvimos el privilegio de tener una explicación sobre sabores, olores, texturas…
Andrés nos dio a probar unas muestras que tenia de chocolate y sentía esa sensación de placer, cuando comes algo y tus papilas se disparan… tus cinco sentidos se activan al probar algo que te encanta y logra que se te haga agua la boca, algo asi fue me paso, inmediatamente mi cabeza empezó a buscar sabores, a sentir que tan dulce y afrutado era y bueno tuve que continuar con esto.
El nacimiento de otro emprendimiento dulce con sabor criollo
Así llegue a las manos del Arturo Somana de la Fundación Cacao Macuare, un productor que se dedica a dar talleres diferentes tipo bean to bear. Y fue cuando terminé de perderme en este maravilloso mundo del cacao, algo simplemente hermoso y laborioso, pero sin duda, los más importante es que soy yo, allí nace Alma Kakaw, Al del apellido de mis hijos y Ma de mi apellido Martínez y la A por mi amada Amanda el segundo nombre de mi madre.
Lo mejor de todo, es que puedo trabajar completamente de la mano de mi AlamosCake, aunque son dos emprendimientos diferentes (así como cada uno de mis 3 hijos), pero como hermanos van creciendo de la mano y que espero en algún punto de este crecimiento uno albergue al otro en estanterías para y degustaciones. Como siempre con mis mejores aliados son: Sofia Alamo, Daniella Alamo y Sebastian Alamo.”
Fuente: Wendy Alamo.
Puedes contactar a Wendy a través de correo: alamoscake@gmail.com, redes sociales: @alamoscake y @almakakaw.
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