De hecho, está demostrado que aprender inglés jugando es muy efectivo porque se va reforzando la agilidad mental y la memoria. Formarse de esta manera, hace que se enriquezca su competencia lingüística y que se tengan que desenvolver en diferentes escenarios comunicativos.
Mientras nuestros peques están jugando, su cerebro va almacenando y registrando por más tiempo esos conocimientos que van adquiriendo a través del juego. Y esto es así, porque van asociando emociones positivas que se van reteniendo en su memoria.
Por si estas razones no te parecen suficientes, a continuación, te detallamos más argumentos que muestran los beneficios de utilizar metodologías más lúdicas para aprender este idioma.
Son tantos los beneficios que aporta el poder aprender inglés a través del juego, que cada vez más profesores deciden utilizarlos con sus alumnos y recurrir a ellos a diario.
A continuación, te detallamos las ventajas que tiene adquirir esta lengua a través del juego:
Se incrementa la memoria: los juegos permiten que se vayan fijando los conceptos a largo plazo.
Se mejora la pronunciación y la comprensión auditiva: cuando se fomenta la participación en grupo, los niños hacen un mayor esfuerzo para que sus compañeros les entiendan. Ésto va a hacer que mejoren indirectamente su capacidad oral a la hora de expresarse, va a hacer que desarrollen también la comprensión auditiva y a su vez les va a permitir, aprender de los demás.
Se amplía el vocabulario: una forma de desarrollar el vocabulario es mediante juegos de palabras ocultas, mediante juego de tarjetas que ayuden a identificar palabras con dibujos, etc. De esta forma, es mucho más sencilla la ampliación de vocabulario y por tanto, es más fácil aprender nuevas palabras.
Se gana motivación: aprender jugando hace que el aprendizaje sea más ameno y que ellos no lo vivan como algo obligatorio. Además, una cosa muy relevante que tiene el juego, es que siempre es diferente, por lo tanto, aumenta la motivación.
Aprender de forma tranquila y relajada: algo que es esencial y que se muestra muy diferente a cuando nosotros aprendíamos de pequeños, es que el aprendizaje mediante el juego es muy relajante y divertido.
Menos complejos: el juego va a permitir que se desinhiban de manera más sana y sin complejos a la hora de relacionarse con esta nueva lengua. Generalmente aprenden más y desarrollan mejor sus habilidades si se divierten y comparten con el grupo que les rodea. Por lo tanto, todo ello hace que mejoren sus habilidades sociales y que quieran aprender cada día a expresarse de mejor manera sin importarles el hecho de cometer errores.
Como has comprobado, aprender inglés jugando es una de las mejores formas que puede haber para adquirir la lengua y que además, hará que el peque siempre esté motivado por querer aprender. Las tendencias y los nuevos aprendizajes a la hora de aprender esta segunda lengua, han mejorado con respecto a nuestro tiempo y sin duda son totalmente recomendables.