Para situar el momento actual, seguimos criando a nuestros hijos en inglés sin ser nativos. Al mayor empecé a hablarle a los dos meses el 100% en inglés y su padre en castellano, y al pequeño le he ido hablando en inglés progresivamente hasta que ha cumplido un año y, desde su cumpleaños, ya le hablo totalmente en inglés (ver ¿cuándo empezar a hablar inglés con nuestro hijos?/¿mis fallos?). Así que, ahora mismo, yo, mamá, les hablo a los dos peques en inglés todo el tiempo y papá les habla en español y en inglés; una evolución muy curiosa, ya que la idea inicial era que mi marido sólo usara el castellano, pero hubo una temporada en la que notamos que nuestro hijo mayor comprendía mejor el inglés que el castellano y fue a partir de entonces cuando él vio cómodo hablarles cada vez más en inglés de una forma muy tranquila, espontánea, disfrutándolo mucho y aprovechando que el entorno familiar, de amigos y colegio refuerza día a día la adquisición del castellano.
Hoy además, quería escribir y contar cómo desde hace unos meses mi hijo mayor ha empezado a comprender que hay cosas que tienen diferentes nombres. Desde hace mucho, nos comprendía de igual manera a los que le hablamos en inglés y a los que lo hacen en español, sin embargo, ahora veo que ha llegado un paso más allá y empieza a ser consciente de la variedad de lenguas. Noto que es capaz de entender que él mismo puede emplear diferentes palabras. Usa car o coche para referirse al mismo objeto; bebé y baby; quiero dormir y sleep... Ha interiorizado de las diferentes personas que le hablamos que tiene muchas formas de decir las cosas y es capaz de reproducirlas.
Creo que simplemente usa un idioma u otro según le sale en el momento y luego se va adaptando. Por ejemplo, a mí muchas veces me empieza a decir algo en castellano y como yo le sigo hablando en inglés, y uso en otra lengua las palabras que él había dicho antes, entonces, él cambia el chip y empieza a usarlas también en inglés. Quién sabe cuál será su proceso mental y qué se le pasará por la cabecita, pero lo que veo claro es que se va adaptando y parece que sin mucha dificultad.
También es curioso que hay cosas que sí que las emplea en los dos idiomas, pero hay otras que no. Por ejemplo, quiero, es siempre en castellano, después me dice lo que quiere en inglés, pero el quiero, no hay forma de que me diga I want.
Por otro lado, como todavía es pequeño, hay fonemas y grupos de fonemas que no sabe pronunciar así que hay palabras que las dice casi bien: para decir yes dice es; para close dice cous; para elephant dice elepan; para dinosaur dice daidodo...
En cuanto a la evolución de su lenguaje, también me parece interesante señalar que dice muy bien frases cortitas con verbo, objeto, atributo... cosas muy sencillas, aunque con mezcla de idiomas, y evidentemente falta de vocabulario porque es pequeño. Por ejemplo, el otro día quería volver a casa pronto para que su padre viera una manualidad que habíamos hecho y me dijo; quiero go home, quiero papá look. Se le entiende muy bien. Sin embargo, hay veces que se lanza a contarme algo para lo que no tiene todavía el vocabulario suficiente y hace como cuando era más bebé, rellena las partes de la frase que no domina con palabras tipo balbuceos. Ahí es cuando si tengo dudas sobre lo que me dice, abro mi mente, observo el entorno y la situación en la que estamos y le pregunto cosas para descifrar lo que dice o para que haga un esfuerzo y me lo diga mejor o me lo explique. Me hace mucha gracia que cuando por fin acierto con lo que quería decir me dice Yes mamá, well done mamá. Es muy bonito ver cómo sigue diciéndome lo que quiere para que consiga entenderle. Además, aprovecho para ofrecerle nuevas formas de decir las cosas y ampliar su vocabulario y corrección.
Ahora, una vez pasado el primer año en el que me sentía algo limitada por mi falta de vocabulario y soltura para hablar con un bebé y superados los miedos que tenía sobre crearle un problema con el habla, siento que la comunicación con mi hijo y la forma en la que le ayudo a aprender a hablar es igual que la de otros padres que les hablan a sus hijos en su lengua materna, veo que es un proceso natural, que va sucediendo sobre la marcha y se va adaptando según las necesidades de nuestros hijos. Es genial, para él, no habla en ninguna lengua extranjera, ni es bilingüe, él no se pone etiquetas, ni barreras. Para mí y nuestro entorno, es un niño bilingüe al que le están criando y hablando en inglés sin que sus padres sean nativos, para él, es un niño normal, con unos papás normales, que le quieren, le hablan, le cantan, le cuentan cuentos... Es lo que yo siempre he querido, que aprenda inglés sin darse cuenta, de una forma natural.
El otro día fue muy día fue muy divertido, dijo adiós, bye bye, au revoir y ciao al despedirse de unos amigos. Está claro que lo que hace es imitar a sus padres, y nosotros hacemos el tema de las despedidas muy multicultural y de una forma muy divertida, e imagino que a él eso le gusta y cuanto mejor se lo pasan, más aprenden. Me resulta muy curioso también como un niño es capaz de ser bilingüe o multilingüe, de ir adquiriendo vocabulario y estructuras poco a poco, simplemente interaccionando con él en esas lenguas.
Los avances una vez que empiezan a hablar son muy gratificantes para los padres que estamos haciendo un esfuerzo para que nuestros hijos dominen desde pequeños varios idiomas. Sin embargo, para los abuelos u otros familiares o amigos, puede ser un poco más lioso, ya que los peques (mientras son pequeños) a veces se dirigen a ellos en la lengua que los adultos desconocen, con lo cual no les entienden y la comunicación cuesta un poco más. Además, si a eso le sumas que tardan un poco en pronunciar bien las cosas y que se les entienda claramente lo que están diciendo, pues le añades un extra de dificultad para aquellas personas que no pasan mucho tiempo con ellos. En este sentido es muy curioso como yo, como la persona que pasa más tiempo con él, entiendo mejor a mi hijo mayor que los demás. Algún día que se han quedado mis peques con sus abuelos, me han llamado y me han puesto al mayor al teléfono porque no entendían qué es lo que les estaba pidiendo. Entiendo que para mi hijo también es un poco frustrante decirles claramente a sus abuelos lo que quiere y que no le entiendan... Supongo que con el tiempo comprenderá que con los yayos tiene que usar palabras diferentes de las que usa con mamá. Yo alguna vez le digo in Spanish this is a... and in English we say... No sé si es una buena idea o no, simplemente ha habido veces en las que me ha apetecido hacerle esa pequeña diferenciación para ver si así le ayudo a organizar sus ideas.
El proceso del habla de los niños es precioso. Y añadiendo el bilingüismo o multilingüismo, todavía más. Se ha de disfrutar mucho y sobretodo no agobiarnos, no poner fechas, dejar que nuestros hijos nos sorprendan y valorar cada uno de sus progresos. Que cada paso que avancen sea ver todo lo que llevan a sus espaldas, no mirar todo lo que les queda por delante. A ningún adulto nos preguntan nuestros amigos, nuestro jefe, ni nuestra pareja: ¿cuándo empezaste a hablar? ¿cuándo empezaste a caminar? ¿cuándo te quitaron el pañal?... No queramos que crezcan a marchas forzadas y disfrutemos de nuestros hijos bilingües no nativos y sus lenguas de trapo. Evidentemente, si hay alguna dificultad, la trabajaremos, pero siempre con tranquilidad, sin influenciarnos por presiones externas.
Hace un tiempo que decidí vivir mi vida con calma, viviendo cada momento de mi maternidad al máximo, lo bueno y lo malo. No tengo tiempo de agobios, no me merecen la pena. Lo que tengo es una familia que me encanta y con la que disfruto esta aventura bilingüe ¡y muchas más!