Empecemos con una definición de las muchas que existen para la autoestima:
La Asociación Nacional para la Autoestima (National Association for Self-Esteem) define autoestima como la experiencia de tener capacidad para enfrentar los desafíos de la vida y ser merecedor de la felicidad. Las personas que tienen una autoestima auténtica y saludable se ven a si mismas como seres humanos positivos, responsables, constructivos y confiables.
Esto nos hace ver que muchas preocupaciones que tenemos sobre nuestros hijos están relacionadas con todo lo que engloba este concepto, con dudas como:
– Qué puedo hacer para que mi peque no se compare con los demás.
– Mi hijo no sabe decir que no.
– Mi hijo juega solo cuando llegamos al parque.
– Siempre cree que los demás hacen las cosas mejor que él.
Antes de ponerme a escribir este post, he realizado una revisión metódica en la red preguntando a Google «cómo fomentar la autoestima en los niños» y «cómo mejorar la autoestima de los niños», y las reseñas son infinitas.
Pero me ha resultado curioso que están dirigidas a ejercicios, estrategias, frases que podemos decir a los peques, pero no hay un post que hable de la clave a la hora de hablar de autoestima infantil, y esa clave es la autoestima de sus modelos, es decir, la autoestima de los padres.
¿Podéis hacer un ejercicio de autorreflexión?
Respondamos en primera persona, cómo padres, madres o referentes de niños, a las preguntas que tanto nos inquietan:
¿Qué me digo cuando me levanto por las mañanas?
¿Cómo hablo de mí, en relación con mi entorno?
¿Cómo me veo?
¿Me critico?
¿Me juzgo?
¿Me comparo con los demás?
¿Qué tal está mi asertividad?
¿Qué hago cuando llego a una reunión social donde no conozco a nadie?
Os planteo esta pequeña reflexión, ya que la mejor manera de analizar a nuestros hijos no es preguntar a los profesores cómo se comportan, ni llevarlos a un psicólogo a analizar su comportamiento y su actitud…
El primer paso para analizar la autoestima de un niño pasa por analizar la autoestima de sus adultos de referencia.
Una vez realizada la primera reflexión y si has contestado a todas las preguntas, llega la segunda parte, vamos a contestar a esas mismas preguntas en relación con nuestros pequeños:
¿Qué dicen tus hijos cuando se levantan por las mañanas?
¿Cómo hablo de ellos mismos, en relación con su entorno?
¿Cómo se ven?
¿Se critican?
¿Se juzgan?
¿Se comparan con los demás?
¿Saben decir que no a sus iguales?
¿Qué hacen cuando llegan a un parque, clase, o cualquier otro lugar donde no conocen a nadie?
Ahora, ¿puedes comparar ambas respuestas? Las preguntas son paralelas y quizá hayas encontrado alguna relación entre lo que tú respondes y lo que respondes de tus peques.
Si no es así, ¿hay alguna relación entre las respuestas de tus peques y alguna persona influyente de su entorno?
Hablamos de autoestima, hablamos de modelos paternos y maternos y hablamos de imitación, por tanto, si lo que quieres es mejorar la autoestima de tus pequeños, te propongo unas cuantas ideas:
Levántate cada mañana reconociendo lo mejor de ti.
No te compares con los demás, cada ser es único e irrepetible.
Mírate todos y cada uno de los días con las gafas de la construcción, nunca con las gafas de la destrucción.
¿Criticar?, ni a ti ni a los demás.
¿Juzgar?, tampoco, y menos delante de los más pequeños
Demostrarte y demostrar la importancia de decir que no si hay algo que nos incomoda, que no nos gusta, que no nos respeta o que no respeta a los demás. Fomentemos la asertividad y enseñemos trucos a nuestros pequeños para hacerlo.
Demostremos nuestras habilidades sociales a la hora de enfrentarnos a situaciones desconocidas o novedosas.
Comuniquemos a nuestros peques todo lo anterior, no con palabras, sino con hechos.
Como TIP final:
Antes de trabajar su autoestima, revisa la tuya y la de las personas que están a su alrededor.
Esto garantizará que el modelo que tienen, el modelo que siguen, les enseña sin esfuerzo a desarrollar su autoestima.
Feliz día!