¿Qué es el Baby led weaning?
El Baby led weaning (BLW) consiste en ofrecer los alimentos sin triturar, con el tamaño y forma adecuados para que el propio bebé los coja y se los lleve a la boca en función de su apetito y preferencias. También se le conoce como “alimentación complementaria a demanda” o “alimentación complementaria guiada por bebe”. En el Baby led weaning se ponen a disposición del bebé alimentos comunes, similares a los del resto de la familia.
A pesar de ser una corriente prácticamente desconocida hasta hace unos años, el Baby led weaning se asemeja mucho a lo que nuestras abuelas hacían. El ritmo de vida y el estrés de la sociedad actual ha popularizado el uso de papillas y purés, simplificando el dar de comer a los bebés. La idea es cocinar el alimento en cuestión y ofrecérselo al pequeño en trozos para que éste sea capaz de agarrarlos sin problemas. El énfasis está en permitir a los bebés escoger qué y cuánto comer.
¿Cuándo comenzar el Baby led weaning?
Existe cierta controversia en torno a esta pregunta. Por ejemplo, las recomendaciones oficiales de Reino Unido recomiendan empezar a introducir alimentos sólidos a los 6 meses. Mientras tanto, en Nueva Zelanda recomiendan esperar a los 7 meses. Entonces, ¿con qué recomendaciones nos quedamos?
A pesar de que puede haber cierta variabilidad individual, se puede tomar como referencia que el pequeño está preparado para empezar a introducir alimentos sólidos cuando:
Parece hambriento tras la toma de leche materna o leche de fórmula
Es capaz de sostener bien la cabeza
Se muestra interesado en la comida. Abre la boca cuando estás comiendo, extiende las manos o se lleva cosas a la boca.
Hace movimientos de masticación
Puede abrir fácilmente la boca cuando se le toca el labio con una cuchara y puede llevarse la comida a la boca.
Es imprescindible tener en cuenta que la lactancia materna debe mantenerse de forma exclusiva hasta los 6 meses. También es crucial para iniciar el Baby led weaning que el niño haya perdido el reflejo de extrusión de la boca y debe poder mantenerse sentado correctamente. Si, a pesar de tener 6 meses, el niño no cumple estos dos requisitos, habrá que esperar un poco más para poder empezar.
Es importante matizar que el Baby led weaning se puede realizar de igual modo en niños no amamantados con pecho. La leche artificial no es excluyente en ningún caso.
¿Qué alimentos puedo dar en el Baby led weaning?
Para iniciar la práctica del Baby led weaning se deben ofrecer alimentos blandos, en trozos algo más grandes que su puño que pueda ir chupando. Incluso pueden machacarse un poco para que ellos mismos los cojan a puñados. Debemos recordar que, a los 6 meses, cuando comienza la alimentación complementaria, los niños aún no hacen la pinza (unión del pulgar con el índice). Por ello, cogen los alimentos abriendo y cerrando la mano entera (prensión palmar). A la hora de presentar los alimentos para Baby led weaning, ésto se debe tener muy presente.
Conforme va evolucionando la destreza del niño, podemos ir introduciendo trozos más pequeños, permitiéndole mejorar el control motor de los dedos. Algunos ejemplos de alimentos a incluir serían:
Frutas maduras y blandas, enteras o en láminas finas o trocitos pequeños conforme el niño va cogiendo soltura con las manos.
Verduras al vapor, cocidas o al horno, enteras, en rodajas o en palitos según la destreza del niño. La verdura cruda en palitos o bastones también podría ser una buena opción.
Pan o colines, solos o untados, por ejemplo, en aceite, tomate, etc.
Avena en forma de gachas (por ejemplo), cuscús, legumbres machacadas, pasta, etc.
Carne en trocitos o en tiras, pescado desmigado (ojo con las espinas), etc.
Alimentos a excluir
En general, cualquier comida que sea saludable se puede adaptar al Baby led weaning. Respetando, eso sí, la edad de introducción y los antecedentes familiares de alergias. Los únicos alimentos que debemos intentar excluir son:
Acelgas y espinacas por su alto contenido en nitritos
Bebidas de arroz por la presencia de arsénico
Grandes pescados azules por la presencia de mercurio
Por otro lado, debemos tener la precaución de evitar pescado con espinas, carnes con hueso o alimentos muy duros y pequeños que puedan causar atragantamientos. No obstante, contamos con algunos estudios que examinaron la tasa de atragantamiento de niños autoalimentados y niños alimentados a cuchara y, para sorpresa de muchos, no hubo diferencias significativas entre grupos [1, 2].
¿Qué necesito para comenzar a practicar el Baby led weaning?
La realidad es que apenas necesitas infraestructuras y materiales para introducir la alimentación complementaria mediante Baby led weaning. Simplemente, contar con bandejas o recipientes resistentes y fácilmente lavables, donde poder presentar los alimentos y baberos de plástico (resultan especialmente útiles los de manga larga) para evitar que se ensucien la ropa.
Beneficios de Baby led weaning
Esta forma de abordar la introducción de alimentos parece reportar ciertos beneficios. Veamos algunos de ellos:
Creación de hábitos alimentarios más saludables, respetando las señales del cuerpo de hambre y saciedad. Recordemos que es el niño quien decide cuánto comer. Así pues, las madres que siguen el Baby led weaning viven la alimentación complementaria de una forma más relajada, sin estrés por forzar a sus hijos a comer.
Promoción de una lactancia materna más prolongada, ya que los bebés seguirán enganchándose al pecho de su madre cuándo y cuánto quieran. En relación con esto, diferentes estudios relacionan la práctica de Baby led weaning con una introducción más tardía de alimentos sólidos [3, 4, 5]. No obstante, todavía no está claro si aquellos que deciden seguir este método verían retrasada de manera natural la introducción de alimentos, o si la elección de seguir Baby led weaning requiere una introducción posterior debido a la preparación fisiológica necesaria.
Promueve y estimula el desarrollo psicomotor del niño, mejora la coordinación óculo-manual, trabaja la masticación, etc.
Riesgos del Baby led weaning
La incorporación de nuevos alimentos se debe hacer de forma progresiva, lenta y en pequeñas cantidades, respetando un intervalo de algunos días (entre 3 y 5 días, por ejemplo) para cada nuevo alimento y observando la tolerancia. También se debe prestar atención no solo al tipo de alimentos, sino a la presentación del mismo. Es decir, los alimentos deben tener una textura adecuada para la edad del niño y administrarse de forma que respondan a su demanda.
Por otro lado, resulta imprescindible preparar y administrar los alimentos en condiciones seguras, es decir, reduciendo al mínimo el riesgo de contaminación por microorganismos patógenos. En concreto, para la práctica del Baby led weaning, se debe recordar que los niños más pequeños continuamente están en contacto con el suelo y con todo tipo de objetos. Por ello, hay que lavarles las manos (o ayudarles a hacerlo) antes de comer.
¿Tengo que forzar al niño a comer?
Al principio, los niños comerán muy poca cantidad. Normalmente, juegan y experimentan con los sabores, olores, nuevas texturas, etc. No hay ningún problema, ya que a estas edades sus necesidades nutricionales están todavía cubiertas, en su mayoría, con la leche materna. Poco a poco, el niño irá comiendo más y necesitando menos cantidad de leche. Gracias a esto, se produce un destete lento, gradual y agradable para madre e hijo.
La desnutrición o escasez de alimento no es algo que, en principio, deba preocuparnos. Al menos no más que siguiendo un enfoque convencional. Contamos con estudios que, tras analizar la dieta de niños alimentados a cuchara versus Baby led weaning, no encuentran diferencias significativas entre grupos en cuanto a ingesta de macronutrientes y energía [6, 7].
En conclusión, en un contexto nacional donde la tasa de sobrepeso-obesidad infantil roza el 30%, la prevención desde la más tierna infancia debe ser una prioridad para todos. Muchos de los principios clave del Baby led weaning son piezas importantes del considerado “comportamientos alimentario saludable”:
Retraso del destete
Exposición a una amplia gama de alimentos reales excluyendo ultraprocesados
Respeto por las sensaciones de hambre y saciedad, etc. son piezas importantes del considerado “comportamiento alimentario saludable”.
Así pues, a pesar de que se necesita más investigación, el Baby-led weaning se presenta como una alternativa más que interesante para iniciar la alimentación complementaria. ¡Hay vida más allá de cereales refinados y azúcar en forma de papilla!.
REFERENCIAS:
Cameron SL, Taylor RW, Heath AL. Parent-led or baby-led? Associations between complementary feeding practices and health-related behaviours in a survey of New Zealand families. BMJ Open. 2013;3(12):e003946.
Fangupo LJ, Heath AL, Williams SM, Williams LW, Morison BJ, Fleming EA, Taylor BJ, Wheeler BJ, Taylor RW. A baby-led approach to eating solids and risk of choking. Pediatrics. 2016;19:e20160772.
Brown A, Lee M. A descriptive study investigating the use and nature of baby-led weaning in a UK sample of mothers. Maternal & child nutrition. 2011;7(1):34–47.
Arden MA. Conflicting influences on UK mothers decisions to introduce solid foods to their infants. Maternal & child nutrition. 2010;6(2):159–73
Moore, A.P.; Milligan, P.; Goff, L.M. An online survey of knowledge of the weaning guidelines, advice from health visitors and other factors that influence weaning timing in UK mothers. Matern. Child Nutr. 2012
Daniels L, Heath AL, Williams SM, Cameron SL, Fleming EA, Taylor BJ, Wheeler BJ, Gibson RS, Taylor RW. Baby-Led Introduction to SolidS (BLISS) study: a randomised controlled trial ofa baby-led approach to complementary feeding. BMC Pediatr. 2015;15(1):179.
Erickson LW. A Baby-Led approach to complementary feeding: adherence and infant food and nutrient intakes at seven months of age (Doctoral dissertation, University of Otago) (2015)
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