Hoy mi hija tiene más de 5 años y hemos tenido las mejores aventuras que el mundo ha podido darme hasta ahora, aunque también hemos tenido algunas no tan buenas, cosas de la vida, pero todas han sido experiencias enriquecedoras en todo sentido, porque también de los problemas se aprende.
Hemos viajado, en avión y en auto, hemos conocido la costa, un poco de la sierra y muy poco de la selva del Perú, hemos podido salir del país, a Colombia, juntos en familia, hemos disfrutado de la playa, la piscina, el campo, hemos ido al cine, a tomar helado, a comer tallarines. Hemos correteado por todos los parques que hemos ido encontrando, hemos hecho tantas cosas que necesitaría escribir varios fascículos para poder exponerlo todo.
También hemos tenido nuestro pequeño lote de problemas, enfermedades que nos han afectado a todos en la familia, los tres hemos tenido episodios complicados durante estos 5 años, los tres hemos pasado varios días internados, los tres hemos tenido que salir adelante apoyándonos entre nosotros y recurriendo a la familia para obtener el apoyo necesario.
Logros hemos tenido varios, yo he logrado completar mi maestría, mi hija ya está en el colegio, en Kinder – Inicial y el próximo año entra a primaria. Le encanta el arte, la pintura, la natación, la capoeira y el fulbito, esos son los talleres a donde le gusta ir, y nosotros la apoyamos en todo lo que podemos, sin quitarle esas ganas de seguir aprendiendo y disfrutando con ella.
Hay tantas cosas en común que tiene con nosotros, es tecnológica, le encantan los gadgets, eso es por mi culpa, le encanta la televisión y NetFlix es su favorito, no le gusta el dulce, como a mí, prefiere las cosas saladas como a su mamá, pero muere por el helado de vainilla. Le encanta ayudar en todo, hasta en la cocina, siempre anda preguntando si puede ayudar hasta para preparar el café del desayuno. Le gusta la repostería, hace alfajores, galletas, queques y cupcakes, hasta ha grabado sus videos, misma YouTuber, pero esos videos quedan para nosotros.
En resumidas cuentas podría seguir escribiendo de todo lo que hace, de cómo se comporta, del carácter fuerte que tiene, una combinación de papá y mamá, de cómo se expresa, de cómo disfruta estando con nosotros, hasta podría contar miles de anécdotas que hemos tenido, hasta con el gato blanco que hemos adoptado, pero creo que lo más importante es el orgullo que uno siente al ser padre, de haber logrado tanto en tan poco tiempo, el orgullo que YO siento por lo que ella es, y el orgullo que siento por tener la familia que tengo. No seremos perfectos, la perfección no existe, pero para mí somos lo mejorcito que existe, son mi mundo, por ellos daría mi vida, por ellos doy todo y por ellos avanzo, son quienes me dan esa energía tan necesaria para seguir adelante a diario.
Ser papá es uno de los retos más grandes que existen en el mundo, situaciones que están en constante cambio, sin camino definido a seguir, sin manual o guía de supervivencia que te ayude a solucionar los temas del día a día, creo que luchar contra dragones o escalar el Everest suena más fácil, pero la vida misma es la mejor aventura que nos hemos podido encontrar, todos tenemos nuestra propia aventura, no hay dos iguales.
Por eso te digo a ti papá, que me estás leyendo, nunca pierdas esa energía, ese norte que guía tus pasos, nunca olvides cumplir tus metas, porque esas metas son de toda la familia, nunca olvides a quienes te esperan en casa, nunca olvides lo que te ha costado llegar tan lejos, recuerda esos días buenos y esos no tan buenos, porque cada uno de esos días ha dejado huella en tu vida, esas huellas son las que demuestran el camino que has tenido que seguir, que recorrer para salir adelante. Camino fácil no existe, y el que aún tenemos adelante nos va a poner siempre a prueba, no dudes en tu capacidad de superación, lo único que no tiene solución es la muerte, para todo lo demás siempre hay un as bajo la manga, y si no puedes solo recuerda que tienes a tu familia para apoyarte, la unión hace la fuerza y el dialogo lo soluciona todo, solo hay que dedicarle el tiempo necesario, dar un paso a la vez y seguir avanzando.