Además estamos viviendo muchos cambios sociales que motivan que los bebés vayan a la guardería, como la mayor incorporación de la mujer al mundo laboral, también están cambiando los conceptos de familias monoparentales aunque también disponemos de los abuelos como cuidadores ocasionales.
Cada caso familiar es un mundo y plantea tener en cuenta todas las opciones antes de elegir el centro y lo que también será muy importante, cuanto tiempo, es decir estará todo el día y comerá allí. Es importante acudir a las reuniones para conocer a los profesores y ver de cuanto espacio y actividades gozan las instalaciones.
Siempre nos asaltan dudas, ya que tenemos miedo de dejar a los bebés tan pequeños en la guardería con extraños, ¿estará llorando todo el rato? ¿Comerá bien? ¿Estaremos siendo buenos padres por dejarlo ahí? Bueno esto será normal los primeros días de adaptación, que además sólo irán un ratito para ir acostumbrándose y que por normal general suelen estar todos muy a gustos. Así que sin más dilación vamos a ver qué ventajas les aporta a los peques:
Mejora en relaciones sociales
El estar en contacto con otros bebés les aporta muchos beneficios y aprenden las interacciones que se pueden dar. Además conocen reglas, se siente con pertenencia a un grupo, desarrollan afinidad y aprenden por imitación.
Aprendizaje de valores
Como hemos comentado el convivir con sus semejantes, y al ver cómo hay que cumplir ciertas reglas confluyen en la adquisición de una serie de valores muy importantes, como el respeto por sí mismos y por los demás. Aunque parezca mentira aprenden a compartir, se esfuerzan y adquieren valores como la disciplina y la empatía, la tolerancia y la amistad, aquí surgen muchas amistades que luego duran, también entre los padres. El ritmo de aprendizaje y control del lenguaje también se ve positivamente afectado. Aunque es verdad que muchos de estas valores y educación se adquieren en el hogar, aquí también se asientan, como por ejemplo recoger tras jugar, etc.
Muestras de independencia
Es verdad que son muy pequeñines aún, pero la guardería aunque sólo vayan un año es un proceso donde los bebés crecen, aprenden y maduran mucho. En la guardería no va a estar tan vigilado como en casa, protegido y consentido. Aquí es más la jungla, todos corretean van a por su juguete favorito, hay ligeros percances y lloros, pero es un aprendizaje para aprender a proteger los suyo y defenderse de una forma más libre, ya que la profe no puede estar por todos, este hecho les inculcará más independencia el día del mañana.
Profesores cualificados
En los jardines de infancia o guarderías trabajan siempre personal debidamente cualificado y con la experiencia y motivación necesaria. Porque los bebés son obligaciones grandes que requieren grandes dosis de responsabilidad, atención y tolerancia, es por ello que tanto el personal docente como las auxiliares cuentan con la preparación debida para despeñar sus funciones perfectamente. Además cuentan con métodos para inculcar y transmitir valores, estimulación y por consiguiente educar, que no es poco.
Explorar nuevos horizontes
Cuando dejamos al bebé en la guardería para el supone todo un reto, se trata de un sitio grande desconocido y con personas que no le son familiares. De esta forma ellos aprenden e investigan jugando, utilizando los sentidos, chupando cosas, se caen, se golpean, juegan, hacen ruidos. Desde este punto de vista están más libres para moverse a su antojo y hacer lo que quieran que en el hogar.
El moverse, correr, disputar y todas las interactuaciones que llevan a cabo les ayuda mejorar el equilibrio y la coordinación, por lo tanto la motricidad. Están realizando ejercicio que tanto necesitan y además siempre bajo la supervisión de personal cualificado que velará por su correcta alimentación e higiene.
Aprendizaje y estimulación cognitiva
Como hemos comentado la guardería supone un lugar de gran estimulación para los pequeños y pequeñas, aprenden a desenvolverse en lugares desconocidos, afrontan nuevos retos, observan e interactúan con otros objetos y bebés. También aprenden nuevas palabras y sonidos y van captando los colores, olores y ruidos.
Todo esto contribuye innegablemente a un gran estímulo cognitivo que acaba en una gran mejora de las capacidades del intelecto de estos bebés. Los retos, los sonidos, los juegos, el ambiente contribuye a que se vayan adaptando y cada vez sean capaces de aprender y e ir resolviendo retos y problemas más complicados. Aquí con es donde se van aprendiendo conceptos que poco a poco vinculan con la vida real y enlazan para resolver situaciones complicadas que se dan a diario. El juego libre mejora la capacidad de aprendizaje y la ayuda a incrementar su creatividad.
Estimulación emocional
Los lazos afectivos nuevos que irán generando en la guardería tanto con su profesora, auxiliar y resto de compañeros, le ayudará a mejorar en la gestión de sus emociones y forma de relacionarse, conformando de esta forma su personalidad.
Aprenderá a desenvolverse mejor de forma independiente mejorando su autonomía y por tanto al verse más capaz su autoestima también mejorará para afrontar retos cada vez mayores.
Aprender emociones nuevas, gestionarlas y ver las en sus compañeros le ayudarán a expresarlas de la forma correcta y transmitir mejor lo que le pasa o desea en cada momento. Los psicólogos y estudios avalan que las guarderías son los lugares idóneos para un desarrollo completo de la inteligencia emocional.
Ya hemos visto que las guarderías ofrecen muchas ventajas que tenemos que tener en cuenta siempre frente a las contra, luego está en mano de cada uno lo que desea y lo que puede hacer.
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Fuente: este post proviene de La Cestita del bebé, donde puedes consultar el contenido original.
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