Qué son los berrinches o rabietas
Los berrinches, pataletas o rabietas son reacciones emocionales intensas y explosivas de enfado que forman parte del desarrollo evolutivo de los niños. Son normales y necesarias en el desarrollo infantil . En algunos casos causan un trastorno en las familias porque se exceden en el tiempo y en la intensidad , ante estas situaciones repetitivas e intensas los padres no saben muy bien cómo enfrentarse y conseguir que sus hijos no se enfaden tanto y se calmen antes. Llorar, patalear , gritar, empujar, tirarse al suelo o agarrarse de la pierna de sus padres son ejemplos de esas reacciones.Lo primero , entender la parte positiva del “No quiero” , del berrinche o pataleta del niño. Si nos ponemos en situación, un caso podría ser un padre le pide a su hijo que se siente en la silla, y este le dice” No, no quiero”. El padre se lo vuelve a pedir y el niño sigue negándose, siendo su negativa cada vez más intensa gritando y llorando. El padre entonces coge al niño y le obliga a sentarse en la silla de paseo, con lo que el niño se retuerce y aún grita más. Situación típica por ejemplo de un niño de 2 o 3 años.
Y los padres se preguntan, ¿ qué hay de positivo en esto? Lo positivo es que en estas conductas el niño empieza a mostrar el inicio de su carácter infantil, defrauda las expectativas de sus padres y comienza su individualidad. Este “ahora no” acompañado de su rabieta en forma creciente para defenderlo más, es parte del crecimiento del niño.
Qué hacer frente a un berrinche o pataleta
Pregunta muy frecuente en muchos padres que buscan encontrar la forma de calmar a sus hijos y que la situación no termine enfadando y poniendo nerviosos a todos los presentes, tanto a los padres como al niño. No existe una palabra o una conducta que tenga la capacidad de calmarlo de forma inmediata ,así que hay que armarse de paciencia y ser consciente de que los padres no tienen ese poder o control mágico.
Prestar demasiada atención a los berrinches, bien sea intentando calmarlo o bien enfadándose con él cada vez más para ver si se calla y acepta lo que se le manda no es buena opción. Tampoco el ignorarlo funciona, si practicas esta conducta comprobarás que sin mirarle ni hablarle lo que ocurre es que a menudo aún aumenta más su intensidad.
Entonces, ¿qué hacer?. Lo primero es aconsejable no vivirlo como una competición o lucha de poder. Surgen pensamientos y miedos del tipo :”Este niño no me va a ganar” ” Tiene que aprender que quien manda soy yo”…Si no lo vives como una lucha y lo vives como parte de su proceso de crecimiento vas a poder dirigirte a él de forma más calmada aunque te mensaje sea firme.
Seguir manteniendo el mensaje independientemente de su reacción. El niño tiene que aprender a comunicar lo que siente y poder utilizarlo para que le entiendan y así pasa a establecerse una conversación y no una lucha de emociones. Esto lo va aprendiendo progresivamente y para ello permitirle esos espacios.
Berrinche para irse a dormir
Uno de los momentos en que los padres se ven más desbordados. Después de toda la jornada laboral llega el momento en el que los niños se vayan a dormir y se convierte en una batalla.Hay que diferenciar el miedo a irse a dormir a la negativa de no querer irse a dormir, como no es lo mismo la forma de abordarlo cambia. Se diferencian en la intensidad y forma de llanto, y los padres suelen reconocer esta diferencia por que los berrinches o pataletas las tienen en otras situaciones y se asemejan en la expresión.
Explicar al niño que la hora de irse a dormir la deciden los padres, que son los que en esos momentos toman esas decisiones por su bienestar, él ya toma otras como por ejemplo elegir los juguetes que se ha llevado al parque. No decírselo de forma agresiva ni tensa, puesto que genera más tensión. Y por último ofrecerle un beso o abrazo por si le ayuda a calmarse por si le ayuda a calmarse. La constancia y la no culpabilidad por ver a tu hijo sufrir ayudan a decírselo de forma más clara y el mensaje llega mejor.
Decir no a los niños
Anteriormente explicaba como la negativa de los niños formaba parte del crecimiento y evolución del carácter infantil, siendo necesaria para su individualización. Al igual que los niños necesitan decir No a sus padres, necesitan escuchar un No de los padres para enfrentarse a los límites de la vida.
Puede ayudar a los padres conocer y entender que las tensiones y conflictos que surgen en el día a día son positivos para el crecimiento de sus hijos. Los niños necesitan ir agrandando su espacio vital, hacerse más fuertes y para eso necesitan frustrarse. Cuando uno es pequeño siente que el poder de su deseos y lo que piensa es lo que tiene que ser y va a ser. Es lo que se llama omnipotencia de su pensamientos. Educar es la tarea de decir No, decir SI, de explicarle , de jugar y de aceptarlo fuera de las expectativas que nos imaginamos.
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Cómo decir no a un niño
Hay momentos en que no cuesta nada decir no a un niño y es fácil que el niño lo acepte . Hay otros momentos en que cuesta más, por que uno sabe que no le va a sentar muy bien y puede desencadenar en una pataleta o rabieta.
El adulto tiene una posición y el niño tiene otra, no de superioridad o de inferioridad sino de diferencia. Los adultos-padres deben de mostrar un comportamiento que no sea desafiante ni amenazante más bien de autoridad con afecto. Nunca decir No para descargar frustración o impotencia por algo que ha ocurrido antes, o por el estado emocional que se encuentra independiente del momento con el niño.
Estar atentos a no sobrecompensar el No que acabas de decir y sabes que le ha decepcionado con algo que le satisfaga inmediatamente, por la culpabilidad que sientes por “hacerlo sufrir” o por la forma en la que lo has hecho .
Uno de los problemas con los que podemos encontrarnos si el niño no recibe un NO a tiempo es que sufra el síndrome del emperador y tengamos un niño tirano.
Conclusiones sobre los berrinches de tu psicólogo en Madrid
La tarea de educar es un continuo aprendizaje y existen momentos que son más complicados. Por ejemplo, la llegada de un hermano altera al hermano mayor y a veces se producen aumentos de berrinches. Por otra parte, independientemente del momento de la familia el niño tiene sus propios desafíos y cambios en en su crecimiento. Esto, hay veces, que se ve acompañando de conductas más desafiantes y más berrinches.Si te sientes desbordado puedes pedir una cita en Psico3, en el centro de Madrid, en Chamberí. Valoraremos si es necesario trabajar con los padres para abordar estos momentos de tensión. El psicólogo infantil valora a su vez si el niño puede necesitar sesiones para su desarrollo personal.
No dudes en ponerte en contacto con nuestro equipo de psicología , estaremos encantadas de ayudarte.