Esta primera sesión me apetecía mucho probar nuestras habilidades y la dediqué al equilibrio y el salto. ¿Hasta dónde somos capaces de saltar? ¿Puedo mantenerme un rato sobre un pie? ¿y sobre el otro?
Estos pequeños conceptos que a veces, nos parecen sencillísimos cuestan mucho trabajo y es bueno ir haciendo camino poco a poco.
Como siempre comenzamos la clase con un calentamiento (fundamental para no lastimarnos) y la palabra mágica del gimnasio:
PSI- CO- MO- TRI- CI- DAD que siempre hay que repetir tres veces una normal, otra fuerte muy fuerte y la última muy pero que muy flojita.
Tras el calentamiento pasamos al circuito.
Os subo una foto del plano del gimnasio con las estaciones.
Este circuíto me encantó porque primero lo hicimos de forma muy organizada y por turnos y después todos a la vez probando diferentes movimientos.
Al finalizar volvimos todos a sentarnos al espejo y Miguel que era el encargado fue eligiendo ayudantes para recoger todo el material, estoy orgullosísima porque fue genial.
Por último nos tumbamos en el suelo y nos relajamos un ratito tomando aire por la nariz y por la boca y expulsándolo poquito a poco.