Aprovechando esto, y ya que como os comento muestra cero interés por los juguetes que tenemos destinados a tal fin, estamos utilizando objetos de casa que le llaman la atención para que ella desarrolle aún más su psicomotricidad fina. Ahora mismo, Mara está en una fase en la que disfruta abriendo, encajando y cerrando cosas, así que ponemos a su disposición utensilios con los que pueda llevar a cabo esta pasión repentina. Así a grandes rasgos podríamos diferenciar cuatro tipos de objetos que hacen las delicias de nuestra peque y que la tienen entretenida descubriendo todas las posibilidades que le ofrece el control de sus manos.
1. En este sentido, lo primero que le llamó la atención fueron estas pequeñas cajas de Ikea. Al principio se ponía nerviosa porque no podía abrirlas si las encajábamos a conciencia, así que nos reclamaba para su apertura y luego ella se entretenía buscando la forma de encajar caja y tapa para cerrarlas. Ahora ya hace todo el proceso ella sola, sin necesidad de ayuda alguna por nuestra parte.
2. Otro utensilio que también le chifla a Mara son estas pinzas de colores para cerrar bolsas (sí, en casa el 90% de las cosas que tenemos son de Ikea). Dado su amor incondicional por las patatas fritas, era inevitable que tarde o temprano diese con ellas. Nuestra pequeña saltamontes se puede pasar un buen rato (y eso es todo un éxito en su caso) centrando toda su atención en abrir y cerrar repetidamente el mecanismo de las pinzas.
3. El salto cualitativo lo dio con los desodorantes de roll-on. Maramoto descifró cómo funciona un mecanismo de rosca y desde entonces disfruta abriendo la tapa, sacándola y volviéndola a cerrar. Puede repetir la acción un montón de veces sin cansarse, concentrada como está en que todo encaje a la perfección. Al principio, como pasaba con las cajas de Ikea, nos reclamaba para abrirle el bote. Ahora ya lo hace ella sola.
4. Y, por último, y una vez descubierto el santo grial de los tapones de rosca, Mara lleva ya bastante tiempo depurando su técnica con diferentes botes de cremas corporales y faciales de la mamá jefa. Desde hace como un par de meses ya es capaz de abrir los botes con relativa facilidad. Claro está que en este caso tenemos que andarnos con mucho más cuidado para que no se ponga perdida de crema, así que por el momento, y hasta que se vacíe alguno de los recipientes, nos conformamos con que los abra. Una vez conseguido, somos nosotros los que se lo cerramos para que vuelva a empezar.
Y a falta de interés por los juguetes, así es como Maramoto ha decidido perfeccionar su psicomotricidad fina. ¿Cómo lo hicieron o lo hacen vuestros peques?