¿Cuanto duerme un bebé?
Es normal que un bebé hasta el año, se despierte por las noches, sobretodo para alimentarse, según vaya creciendo y su estómago vaya aumentando, el tiempo entre toma y toma se irá alargando.
Lo normal es que un recién nacido duerma una media de 18 horas diarias, pero no seguidas, sino en periodos de unas 2-3 horas, despertándose para comer. Según vaya creciendo el tiempo que permanece despierto irá aumentando y sobre los 4 meses dormirá una media de 12 horas diarias, aumentando también el tiempo que duerme seguido por la noche. Eso si, le resultará increíble como esa pequeña personita sea tan exigente cuando está despierto.
Por ello se recomienda aprovechar a dormir siempre que el bebé duerma, para recuperar fuerzas, aunque la teoría es más fácil que la práctica, ya que no siempre será posible, si se tienen más hijos o no se tiene ayuda en casa.
Si un bebé duerme menos de 9 horas diarias, incluidas las siestas o más de 20 horas diarias, se debe consultar con el pediatra.
Los bebés no distinguen entre el día y la noche
Los niños no están programados como los adultos a fases diurnas y nocturnas, esto quiere decir que tendrán que acostumbrarse. Para que su organismo se adapte, pueden aprovecharse los estímulos naturales. Para ayudarlos a despertar se recomienda exponer a la luz solar o luz artificial a la misma hora todas las mañanas. También se aconseja colocarle en un lugar de la casa transitado y con ruidos, para que reconozca que hay actividades desarrollándose cerca de él. Más difícil puede resultar dormir a un bebé.
Consejos para dormir a un bebé
Al igual que un bebé no sabe ir al baño, tampoco sabe dormirse él mismo. Por lo que no conviene dejarle en la cuna llorando para que aprenda a dormirse solo. Lo único que conseguirá es que trague aire y tenga más gases y cólicos. No hay que agobiarse si el bebé le necesita siempre para dormirse, ya sea con el pecho, acunándolo en brazos, con el cochecito o simplemente sintiéndole cerca, con el tiempo aprenderá.
Aprenderá a dormirse solo pero requiere tiempo y mucha paciencia.
Cuando llegue el momento de ir a dormir, se aconseja disminuir los estímulos visuales, especialmente las luces LED azules, ya que reducen la producción de melantonina en el cerebro.
Se les puede poner canciones de cuna a un volumen bajito, incluso música clásica, para calmar paulatinamente al bebé y así conseguir que se duerma.
Recuerde que el sueño en los niños puede verse afectado por el hambre y la digestión. No todos los días el bebé dormirá igual, algunas contingencias eventuales pueden influir como un exceso de sol, irritación en la zona del pañal, fiebre, cólicos, infecciones en gargantas y oídos o reflujo, entre otros.
Dar un masaje al bebé es una buena manera de relajación, se le puede dar antes de acostarle y así se estimulará la producción de melatonina nocturna. Su sueño será más largo y se despertará menos durante la noche.
Se debe alimentar a demanda al bebé, tanto con leche materna, como con leche de fórmula. Un recién nacido se alimentará cada poco tiempo, ya que su estómago es muy pequeño, entre 8 y 12 veces diarias. Si el bebé está sano y va cogiendo peso adecuadamente y no ha nacido prematuro o con bajo peso, no hay que despertarlo para alimentarlo. Él demandará alimentarse cuando tenga hambre.
Eso sí, amamantar al bebé antes de acostarse y cuando se despierte durante la noche, puede ayudarle a coger un sueño nocturno más profundo, ya que la leche contiene un mayor contenido de un compuesto llamado triptofano, que está asociado con la producción de melatonina.
Antes de dormir al bebé también es aconsejable portear al bebé en una mochila o en un fular portabebé ya que el bebé se quedará relajado incluso se podrá quedar dormido.
Fases del sueño del bebé
Existen dos fases en el sueño del bebé. Primero una fase activa donde presenta movimientos oculares, ruidos y movimientos físicos y una fase tranquila que se acompaña de respiración lenta y rítmica.
La fase de sueño activo en el bebé dura unos 25 minutos. Después comenzará la fase de sueño tranquilo, durante 25 minutos más. Mientras permanece dormido se van sucediendo los dos ciclos activo y tranquilo.
El sueño de los padres
Tenga en mente que quizá pase tiempo para volver a dormir 8 horas seguidas. Los primeros meses de un bebé son los más complicados. Pero a partir de los 3 o 4 meses el bebé va diferenciando más entre el día y la noche y el tiempo que permanecerá dormido por la noche aumentará. Por lo que conviene aprovechar el tiempo que se pueda a descansar.
Una siesta de 30 minutos es muy beneficiosa, reduce el agotamiento y aumenta tu energía. Según investigaciones recientes, cuando el cerebro pasa periodos muy largos de vigilia, hacer pequeñas siestas tiene un efecto de recuperación mayor. Con un par de siestas de 30 minutos se normalizan los niveles de cortisol y se restaura la química inmune.
Está demostrado que durante la lactancia las madres que duermen junto a su hijo logran dormir más. Por ello conviene hacer colecho siempre que sea posible. Te recomendamos ver este artículo de cunas colecho.
La mejor información se la proporcionará su propio hijo, los ciclos de sueño, los ritmos que tiene su cuerpo y cuando necesita dormir. Obsérvele para crear las pautas de sueño que mejor se acomoden al bebé.
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