En este viaje a Barcelona por nuestras vacaciones, no se bien porqué en más de una ocasión ha surgido el tema de la elección de los nombres. Un día en una comida familiar empezamos a hablar de los orígenes de los nombres familiares. Había historias para todos los gustos. Peleas familiares por ver qué nombre te ponían, el nombre de la abuela, el que indicara el santoral del día que naciste, familias que repiten nombres poniendo a los niños los nombres de sus padres, y bueno si os cuento de donde sacaron mi nombre…creo que esa historia era la más…atípica.
Yo iba a ser niño, eso decía el ginecólogo. Y las ecografías, y casi todo el mundo. Y bueno, poco antes de nacer, surge el momento “y si por casualidad fuera niña?” Y en ese momento mi padre decidió ponerme el nombre de su primera mujer, pero en catalán, para que no fuera del todo igual. Así llegué a llamarme Laia… y una que piensa… ¿por qué no nos dejarán elegir a nosotros nuestro nombre?
Cuando uno le pone el nombre a su hijo, está definiendo parte de su yo. Es algo que le acompañará para siempre. Es una gran responsabilidad, creo yo. ¿Os habéis encontrado alguna vez con combinaciones de nombres y apellidos que quedan fatal o dan pie a burlas? En esos casos siempre pienso ¿no habrán pensando en esto antes de elegir?
Cuando llegué a Chile, por ejemplo, me sorprendió encontrar entre los nombres más comunes nombres que yo asocio como masculinos, que aquí son femeninos: Adriana, Daniela, Emilia, o Javiera por ejemplo. Nombres que en España ya casi no se utilizan, pero aquí son bien comunes, como Marcela. Y también muchos nombres en inglés españolizados, como por ejemplo Bryatan Y lo más característico, abreviar el nombre. Todos los nombres se abrevian aquí! Da igual lo cortos que sean. A mi, en los 25 años que viví allí, solo mis vecinas me abreviaron el nombre a Lai. Aquí, casi desde el primer día he sido Lai para todos. Pero es que todo es: Clau, Pau, Dani, Emi, Euge, Edu, Trini, Agu, Rai; igual allí también pasa con algunos eh….pero creo que no con todos. Y si no abrevian el nombre, te llaman por el apellido.
Quizá también, en mi caso, porque mi nombre aquí cuesta que lo pronuncien o escriban bien. He llegado a la conclusión de que, al ser en catalán y que la i se utiliza como consonante, choca un poco eso de las 3 vocales…esa ha sido mi conclusión, aunque sigo encontrando que mi nombre es de lo más simple. Sobre todo cuando deletreas: L-a-i-a, tres vocales, tal y como suena. Que lo escriban con Y ya es algo que asumía, pero es que han mutado mi nombre a cualquier cosa! Layla, Leia, Laura, Leyla, Dayan, hasta Luis!!! Por mail, teléfono,…podría hacer una recopilación, a cual más divertido. Si voy a Starbucks, sé cuando está listo mi café cuando miran el vaso y no saben qué decir al leer el nombre. De hecho, suelo inventarme un nombre cuando voy. Es más fácil.
Bueno, a lo que íbamos que me desvío. Cuando me tocó a mi elegir los nombres de las terremoto, intenté que ambos fueran fáciles de escribir, de pronunciar en chileno, español y catalán…y nunca se me ocurrió que se pudieran abreviar..y se lo abrevian a ambas! En ese momento, no me puse muy original, pero si tuviera que elegir ahora, probablemente buscaría opciones distintas, nombres poco comunes.
Hay infinitas opciones, nombres en vasco, en inglés, nombres italianos para niño o niña, nombres antiguos, nombres compuestos, nombres originales. Para mi gusto, estos son los nombres que me gustan de niña y niño, y me doy cuenta que a día de hoy los hay para todos los gustos:
Luna
Summer
Sofia
Arlet
Pau
Aleix
Enric
Alana
Abril
Noa
Pol
Zoe
Estos son algunos ejemplos ¿Cómo elegiste tú el nombre de tu bebé? ¿Fue fácil o costó ponerse de acuerdo?