La inteligencia espacial es una serie de habilidades relacionados
directamente con el procesamiento mental de imágenes.
Cuando un artista elabora una escultura, no le da forma a la piedra, sino que visualiza la imagen en el interior de la piedra y luego va quitando todo lo que sobra hasta dejar al descubierto la imagen que quiere esculpir.
Eso es parte de la inteligencia espacial, es la habilidad de poder visualizar más allá, de imaginar, de crear. Es una habilidad de artesanos, pintores, escultores, arquitectos, diseñadores. En el post del viernes pasado puse en práctica la inteligencia espacial al ver un viejo biberón en desuso e imaginarlo como un florero.
Pero también esta inteligencia implica poder ubicarse en el espacio. Recuerdo que cuando era niña, me gustaba viajar en vehículo y acostarme en el asiento de atrás, cerraba los ojos y me imaginaba el trayecto que llevábamos, me ubicaba mentalmente a través de cada giro que dábamos, cada vez que nos deteníamos, etc.,y luego trataba de adivinar en qué parte nos encontrábamos. Sin saberlo, estaba poniendo en práctica la inteligencia espacial.
Este tipo de inteligencia se desarrolla principalmente a través de la vista, por ende aprendemos desde muy pequeños, cuando ni siquiera podemos hablar, ya que las primeras percepciones del mundo que nos rodea nos llegan a través de imágenes. Sin embargo, el sentido de la vista no es indispensable para desarrollar la inteligencia espacial, ya que las personas ciegas tienen una elevada noción del espacio y de orientación, a pesar de no poder ver.
Actividades para desarrollar la inteligencia espacial en los niños:
1. Jugar con rompecabezas, con dificultad de acuerdo a la edad.
2. Pintar y dibujar. Si son muy pequeños, dibujen un dibujo amplio y sencillo, como un sol, y que el niño rellene de color sin salirse del límite, usando pintura de dedos.
3. Leer libros con muchas imágenes, inventar historias nuevas con esas imágenes, es decir, contar la historia de forma diferente cada día.
4. Jugar construyendo con bloques o legos.
5. Cuando mi bebé estaba muy pequeñita, alrededor de un mes, le compré su primer muñeco, un Elmo, y se lo acercaba lentamente en todas las dimensiones (arriba, abajo, derecha, izquierda, cerca, lejos)...y ya cuando van creciendo seguir enseñando estos conceptos. Además de adentro y afuera.
6. Jugar a las escondidas.
7. Juegos de ensartar. Como los cubos que tienen agujeros en forma de figuras geométricas y los niños deben introducir diferentes formas en el agujero que le corresponde. O ensartar un cordón en agujeros.
8. Hacer figuras sencillas con plastilina, como pelotitas, gusanitos, tortillas, cosas que ellos mismos puedan moldear con sus manitos.
9. Promover la imaginación. Les cuento lo que hice hace algunos meses: En un papel blanco hice varios dibujos. Los podemos imprimir, pero también es importante que los niños vean el proceso creativo, cómo va surgiendo una imagen al mover el lápiz sobre el papel. Hacemos dibujos sencillos y que los niños conozcan. Luego le inventé una historia usando todas las imágenes que había dibujado. Y después de un tiempo, ella misma me contaba la historia. Esta actividad la pueden hacer con niños más grandes usando fichas de imágenes al azar. Se las van mostrando una por una y que ellos inventen su propia historia con cada imagen, pero siguiendo una secuencia.
10. Encontrar diferencias entre dos imágenes parecidas. De acuerdo a la edad del niños podemos hacerlo con diferentes grados de dificultad.
Como siempre espero que estas actividades les sirvan para compartir tiempo de calidad con sus hijos, a la vez que estimulamos su desarrollo intelectual.
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