Estar motivado es el deseo de conseguir algo en concreto. La motivación puede ser externa (un premio) o interna ( aprender, superar…). Tiene que haber un interés por el tema, una necesidad, unas expectativas y consecuencias al conseguir lo que se pretenda.Como madres, padres o educadores podemos aportar NUESTRA ACTITUD .
MOTIVA:
CREER en el niño. Estar convencido de que tiene los recursos y capacidades suficientes para desenvolverse en la vida. “Si, es un problema ¿Cómo puedes resolverlo?” en vez de:”Lo que tienes que hacer es…”. Que comprenda que cometer errores o fracasar es parte del aprendizaje de la vida y que él o ella son los responsables de los resultados de sus decisiones.
Que sus responsabilidades estén en EQUILIBRIO con sus capacidades y también con sus necesidades. ¿Qué necesita un niño de 9 años para crecer? A veces siento que hay padres que en vez de ver a su hijo de nueve años, ven ya a su futuro hijo de 19, buscando empleo. Todo llegará. Si el de 9 años juega con sus amigos por placer, está aprendiendo muchas cosas, que utilizará el de 19 para desenvolverse en la vida.
JUGAR JUNTOS. Lo pongo con mayúsculas, porque es muy importante. A partir de determinada edad dejamos de jugar (Solemos decir que ellos ya no quieren, aunque en la mayoría de los casos ya no sabemos a qué jugar o qué actividades hacer). Les he pasado a algunos de mis alumnos baterías de juegos (que pueden hacer incluso en el coche de camino a clase) y les he invitando a que jueguen con sus padres. Son ejercicios de memoria, concentración, atención. ¡Por el placer de jugar! Jugar o pasear, ver una película juntos y hablar sobre ella……Hace poco preparé un cumpleaños especial en el que madres e hijas jugaron juntas. ¿Quién se lo pasó mejor?
ESCUCHAR de forma ACTIVA. No dar soluciones de forma inmediata, mejor hacer de ESPEJO con ellos. La niña tiene la solución casi siempre al problema que nos plantea, pero necesita contarlo en alto para darse cuenta de ello. Por ejemplo: -Entiendo, tu amiga te ha dejado de lado en el recreo y se ha ido con otra, me dices que siempre vas con la misma….(Aunque nos tengamos que “morder la lengua”, como se suele decir, dejemos que busque una solución a la medida de sus gustos y capacidades) ¿Podemos buscar juntas alternativas? Si, pero primero que ella indague las suyas propias.
QUE NOS ACOMPAÑE, de vez en cuando, a resolver tareas de adultos, responder a sus dudas sobre el tema (sin explicar mas de lo que ella o él nos pregunta, según su edad) y escuchar las soluciones que nos ofrece (aunque sean desde su visión de niño o adolescente). Nos sorprenderá.
VALORARLE TAL Y COMO ES. Quererle por lo que es, sin centrarnos en las notas. ¡Sé, que esto es difícil! A veces estamos tan preocupados por su futuro que no disfrutamos del niño o niña que tenemos delante. Ayudarle a descubrir sus puntos fuertes y débiles (La mayoría de los adolescentes no saben qué cualidades tienen, a los adultos también nos cuesta este tema). Animarle a superar esas debilidades, sin centrarnos en ellas.
DESMOTIVA:
SOBREPROTEGER. Hacer por él las tareas, evitando que fracasen, sienta dolor, se equivoquen.Tomarnos casi, como algo personal, los resultados de sus acciones: “Hemos suspendido matemáticas, hijo”. Desproteger no es sólo no alimentar a un niño, también es no tener en cuenta su ritmo, límites y realidad, querer que sea de otra manera. Es muy desmotivante para un niño, saber que las expectativas (esperanzas) que tienen sus padres sobre él, son muy altas y siente que no puede. Es posible que abandone o a determinada edad se rebele y pase de ellos.
QUE ESPEREN SIEMPRE NUESTROS CONSEJOS, decisiones y órdenes para seguir su camino en la vida. Las madres y padres no somos infalibles; ni tenemos la verdad absoluta. No podemos ser su única referencia.
CENTRARNOS SÓLO EN LO QUE LE FALTA, sus problemas, necesidades, carencias o en los temas en los que se tienen que superar o esforzarse.
PREMIAR siempre con objetos, dinero….El chantaje lleva al chantaje. “Yo te doy o te dejo hacer, si tu estudias” es una estrategia motivadora que se volverá contra nosotros, antes o después. El niño tiene que descubrir que todas sus acciones tienen consecuencias.” No tengo la recuperación de biología así que puedo estar un rato más jugando en el parque”.
NO RECONOCERLE sus aciertos, sus decisiones bien tomadas, su esfuerzo aunque no haya tenido el resultado esperado, con la intención de no hacerle un endeble o malcriado. Es mejor valorarle, en su justa medida, sin compararle ni buscando la competitividad con otros.
Cada familia, cada niño o adolescente es distinto, por lo que cada uno tendrá que practicar estas actitudes en su realidad concreta.
Una pegunta ¿Te sientes motivado o motivada en tu vida…? La verdad es que es bastante difícil motivar si tú no estás motivado. Acabas chillando, mandando, pasando del chico o la chica, con estrés o ansiedad porque no ves la solución… Si quieres motivar; busca tus motivaciones, si quieres generar una buena autoestima en tu hijo, trabaja tu autoestima, si quieres ayudarle a que se conozca mejor, conócete mejor tú misma, si quieres que ….practica tú. LA ACTITUD SE ENTRENA. LA ACTITUD SE IMITA.