Cuando se es adulto llega un punto de quiebre que indica que es hora de buscar ayuda profesional, identificarlo no es sencillo pero de alguna manera se es consciente de esto y se acude al psicólogo. Si es difícil para los adultos saber cuándo acudir, ¿Cómo saber cuándo debe llevarse un niño al psicólogo infantil?
Antes de tomar esta decisión es preciso observar objetivamente al pequeño y determinar si realmente presenta conductas anormales o solo son parte de su desarrollo infantil.
En ocasiones los síntomas de algunos trastornos infantiles se pueden camuflar por ser también parte del crecimiento del pequeño, pero existen momentos en que esas conductas son más intensas y marcadas que en otros niños de su edad o que manifiestan comportamientos diferentes a los esperados teniendo estos repercusiones negativas en los ámbitos sociales del niño, es allí donde se debe empezar a desconfiar.
Cuándo acudir al psicólogo infantil
Lo primero es diferenciar cuando es necesario acudir a la ayuda de un psicólogo infantil y cuando poner reglas en casa que hagan la convivencia mejor, cuando se trata de niños pequeños la educación es fundamental para que aspectos como rabietas, lloriqueos, desobediencia o similares disminuyan al máximo.
Cuando se presenta otro tipo de demostraciones más agresivas o intensas se puede pensar en solicitar ayuda profesional.
Algunos casos puntuales en los que se hace necesario un psicólogo infantil son: Conductas difíciles demostradas por el niño, como agresividad, desobediencia, obsesiones, tics, miedos, extrema timidez entre otras. También por aparición de llantos en la guardería, falta de concentración, aislamiento de sus compañeros, hiperactividad y similares.
Otras características observables son problemas físicos sin explicación médica, cambios repentinos de actitud sin explicación alguna, insatisfacción con su entorno, ensimismamiento, insomnio, entre otros.
Entre otros buenos momentos para acudir a este especialista está el afrontar etapas complicadas como una separación, un duelo, un cambio radical de vida, una enfermedad crónica o cualquier otro episodio que necesite de una mirada externa objetiva como ayuda en el encause de los pensamientos y sentimientos.
Cuándo no es necesario acudir al psicólogo infantil
Siempre que se tenga la duda es mejor asesorarse, sin embargo hay ocasiones en que solo el consejo profesional para ayudar a la crianza del niño es necesario mientras que un tratamiento a profundidad tal vez no lo es.
Se ha visto casos en los cuales la disciplina y la autoridad de los padres han sido la solución a sus problemas, establecer límites a los hijos es algo bueno, ya que su educación se basa en los méritos que hagan según sus comportamientos, los mimos excesivos o por el contrario la total indiferencia hacia su persona son actitudes paternales que generan reacciones excesivas y generalmente negativas en los hijos, establecer un balance ayudará sustancialmente la relación y la convivencia con los más pequeños.