Dado que estos días todo el mundo se desea paz, amor, felicidad y se regala mil buenos propósitos he decidido hacer mi propia lista de deseos para el próximo año.
No deseo grandes cosas, ni regalos ni lujos. Solo espero que las mujeres, que somos madres y las que no lo quieren ser, puedan decidir de verdad su destino. Que nadie nos condicione, que la sociedad no nos presione.
Deseo que las madres que dan el pecho sean alabadas a partes iguales con las que dan biberón, porque hayan tomado su decisión libremente, sin condicionantes de ningún tipo, sin prejuicios que ahoguen nuestras propias decisiones.
Deseo que las mujeres puedan escoger su camino. Ser madres, ser profesionales, ser independientes, formar una familia. Llegar a todo, escoger un solo camino. Y que todas ellas sean respetadas. Porque no es mejor persona la mujer que decide ser madre, ni la que tiene cuatro en vez de un hijo. Porque no es mala persona la mujer que quiere seguir con su carrera pero sus deseos de ser madre le arden por dentro.
Deseo que desaparezcan algún día los apelativos absurdos, típicos y tópicos que llegan a hacer mella en los corazones de todas aquellas que queremos hacer bien las cosas. Que una mujer que decida quedarse en casa para cuidar a sus hijos no se la tache de "maruja", ni que la que pretenda llegar a todo aspire a conseguir el título de "superwoman".
Deseo un mundo en el que las mujeres podamos ser madres sin tener que desquiciarnos ni protagonizar situaciones que en una película pueden resultar hilarantes pero que en la vida real no hacen ni pizca de gracia. Y todo para demostrar que podemos ser mujeres, esposas, madres, profesionales y mil cosas en una. NO. No, sin la ayuda de una sociedad que nos exigen serlo todo pero a menudo nos ayuda en nada.
Deseo, en fin, que en algún momento las mujeres nos hagamos respetar sea cual sea el camino que hayamos escogido.
Con mis mejores deseos. Feliz Navidad y Feliz Año 2014.