La congestión nasal infantil es aún más común que el resfriado y si no estamos atentos, puede causar muchas enfermedades infecciosas.
Además de esto, puede ocasionar que nuestro bebé se sienta mal, baje de peso o no quiera comer. Por ello, vamos a ver en qué consiste tener la nariz congestionada, cuáles son sus riegos y algunos simples trucos para que deje de ser un problema.
¿Qué es la congestión nasal infantil?
La congestión nasal infantil o rinorrea es una obstrucción total o parcial de las fosas nasales que impide la respiración normal de los niños. Ésta puede producirse por varias causas más allá de la más común que es el exceso de mucosidad que el niño produce en los climas fríos.
Los mocos suelen adherirse a los cabellos de las fosas nasales y una vez que se secan se convierten en una masa dura que tapa el flujo de aire. Otra forma en que puede producirse también es por una inflamación de las fosas nasales del infante.
Debido a que las fosas nasales de los niños son muy pequeñas en sus dos primeros años, una inflamación de las mismas puede ocasionar su propia obstrucción.
¿Cómo afecta la congestión nasal al bebe?
El sistema respiratorio de un niño no llega a desarrollarse por completo hasta los dos años de vida. Es a esta edad cuando las fosas nasales adquieren un tamaño considerable para evitar obstrucciones y además, desarrollan cabello nasal más grueso para filtrar el aire.
Por ende, cualquier agente por muy pequeño que sea, puede obstruir totalmente el sistema respiratorio de un niño. Lo que es causa de un llanto agudo que termina en enrojecimiento y movimientos agitados del bebé.
Otra consecuencia de la congestión nasal infantil es una mala alimentación y la pérdida de peso. Esto es debido a que los bebés aspiran al mismo tiempo que succionan la leche por lo que deben poder respirar a la perfección para comer con normalidad. Si esto no sucede, el niño hará pausas en las comidas que lo llenarán de gases y se cansará pronto.
Asimismo, los niños que se alimentan con comidas sólidas pueden verse afectados en su apetito. Esto ocurre porque se pierde el sentido del olfato haciendo que las comidas no tengan el sabor acostumbrado y que algunas sean desagradables.
Por último, existe una gran posibilidad de que nuestro pequeño contraiga enfermedades respiratorias que pueden terminar en fiebres altas o bronquitis. Puesto que, la mucosidad que tapa la nariz se llena de muchos virus y se corre el riesgo de que entren a los pulmones.
Factores que producen la nariz tapada infantil
Como anteriormente dijimos, existen dos formas en las que la nariz tapada infantil suele presentarse, pero éstas están determinadas por muchos factores. Estos son sus principales desencadenantes:
Infecciones respiratorias: las enfermedades como la gripe o los catarros suelen causar congestiones nasales. Esto es porque producen mucha mucosidad y gran parte de ésta se queda atrapada en las fosas nasales.
Cambios de temperatura: un cambio repentino del calor al frío, provoca un exceso de mucosidad que defiende las fosas de la temperatura. Por el contrario, un paso repentino hacia el calor hace que las fosas nasales se sequen haciendo que la mucosidad se ponga dura.
Por inhalación de sustancias irritantes: algunos productos cotidianos que contengan alcohol o sustancias con olores demasiado fuertes pueden irritar el interior de la nariz, lo que hace que las paredes de la nariz se inflamen y se contraigan.
La contaminación ambiental: otro factor muy frecuente son las pequeñas basuras o partículas que pueden entrar en la nariz de los pequeños. Un poco de arena o algún pequeño desecho puede obstruir fácilmente la respiración.
¿Cómo podemos prevenir la nariz congestionada de nuestros niños?
Teniendo en cuenta los factores anteriores, podemos ver algunos consejos para prevenir que la congestión nasal vuelva a molestar a nuestro niño. Debemos estar atentos y realizar estos cuidados periódicamente y con más frecuencia en los climas fríos:
1. Limpiar sus legañas
Aunque no lo creáis, gran parte de los agentes externos que entran al sistema respiratorio lo hacen por los ojos. Estos están conectados por el mismo canal humectante de la nariz y todos lo que entra en ellos suele liberarse por ahí.
Por ello, debemos limpiar cuidadosamente las legañas de nuestro bebe con un algodón y agua tibia. Así evitaremos que bajen por sus ojos y obstruyan las fosas nasales del bebe.
2. Ayudar a liberar la flema
La tos es muy constante en los niños menores de 1 año por lo que no es raro que sus pulmones tengan algo de flema con frecuencia. Una buena manera de ayudarle a expulsarla es dándole ligeras palmadas en la espalda cuando lo carguemos y hacerlo varias veces durante todo el día.
3. Evitar los aromatizantes y sustancias fuertes
Muchos de estos productos contienen químicos que pueden causar alergia a nuestro niño o bebé ocasionando estornudos y, aún peor, irritación de las fosas nasales. Debemos evitar sustancia con alcohol, aerosoles, perfumes y desinfectantes fuertes cerca del niño.
Remedios caseros para la congestión nasal
Si os estáis preguntando cómo eliminar la congestión nasal con mocos o sin mocos, os dejo con algunos consejos y remedios caseros que harán aliviar la congestión nasal infantil y que ésta desaparezca rápidamente. Espero que os sean muy útiles.
Nariz tapada, remedios:
Mantened al bebe en una posición erguida: el sistema respiratorio funciona mejor cuando el niño mantiene la cabeza alta. Como él no puede hacerlo aún por si solo, podemos cogerlo con la cabeza sobre nuestro hombro lo que despejará su vías respiratorias. Además de esto, debemos evitar recostarlo totalmente, un buen truco es elevar su cuna con algún objeto para que duerma con la cabeza más levantada.
Aspirad sus mocos: una herramienta muy útil para eliminar la congestión nasal son los aspiradores nasales. Estos se pueden comprar en cualquier parte y por lo general tienen forma de pera. Debemos apretarlo muy cerca de su nariz y al soltarlo, el aparato succionará la mucosidad seca que impide que pueda respirar el pequeño. Os recomiendo cualquier de estos 5 aspiradores nasales:
Aspirador nasal Nosiboo Eco. Está hecho de silicona suave para no irritar la nariz del bebé y su diseño tan simple, hace que sea muy fácil de limpiar.
Chicco Physio Clean, aspirador nasal con tres sondas. Es ergonómico y cuenta con boquillas desechables suaves y flexibles.
HBselect aspirador nasal eléctrico. Tiene tres velocidades y cuenta con luces y música para distraer al bebé mientras que se le hace la aspiración para eliminar la nariz tapada.
Aspirador nasal anatómico de Suavinex. Previene al bebé de la obstrucción de mucosidades y ayuda a que respire mejor eliminando la congestión nasal.
Aspirador nasal bebé eléctrico con USB. Tres niveles de succión que no perjudican los senos paranasales. Carga sencilla y rápida mediante puerto USB.
Realizad un lavado nasal para la congestión nasal: Esta es la opción más recomendada por los médicos debido a que es la más efectiva. Para hacerle un lavado nasal a nuestro bebe debemos comprar una solución salina o pedirle a nuestro pediatra que nos recomiende un descongestionante para niños. El procedimiento es simple ya que solo debemos presionar el atomizador en una fosa nasal y esperar a que se desprenda la mucosidad para limpiarla. Debemos hacerlo en ambas fosas y no debemos asustarnos si el bebe comienza a estornudar ya que es algo normal.
Os recomiendo Fluirespira limpieza nasal. Se trata de una solución salina con aplicador y 30 monodosis. Está pensado para todas las edades, principalmente para bebés y niños pues su adaptador permite dosificar la salida del líquido siendo menos agresivo para el peque.
Cebolla para la congestión nasal en bebés: si hay un remedio casero para aliviar la congestión nasal rápido es usando una cebolla. Para descongestionar la nariz infantil, colocaremos una cebolla partida en la mesita de noche del bebé, cerca de las fosas nasales. Para que el olor de la cebolla se concentre, es mucho mejor cerrar la puerta.
Espero que estos remedios caseros para la congestión nasal os hayan sido de ayuda.
Buen día a tod@s!!