Dormir es algo que necesita el cuerpo para descansar y reponer fuerzas, pero es importante que sea un hábito que se haga bien, y eso dependerá de cómo se inicia, es por ello, que se debe lograr que los niños desde su nacimiento aprendan a dormir lo suficiente, pues es muy común escuchar a padres quejarse de pasar la noche en vela gracias a su nene. Lo ideal es acostumbrarlos a dormir durante la noche sin desvelarse él ni sus padres, ya que esas horas de trasnocho no se recuperan.
Todos los bebés saben dormir, pero no todos lo hacen como se debe, pues dormir bien es una rutina que debe aprenderse y aun mas por ellos, pues durante los primeros 3 meses suelen hacerlo de 16 a 18 horas, despertándose solo para comer cada 2 o 3 horas, sin saber distinguir entre el día o la noche y, a partir de los 4 meses, la mayoría de los nenes dormirá entre 8 y 10 horas seguidas mayormente durante las noches. Sin embargo a medida que él va creciendo sus horas para dormir se van haciendo más cortas, por lo tanto, es importante que desde el comience se creen rutinas que enseñen al bebé a dormir temprano para que descanse las horas que son adecuadas, entre ellas destacan las siguientes:
Darle su comida a la misma hora todos los días.
Bañarlo antes de dormir.
Colocarle una pijama o ropita e dormir.
Contarle un cuento.
Cantarle una canción suave.
No hacer mucho ruido.
No acostarlo durante las siestas en su cuna.
Dejarlo que llore por unos minutos (excepto cuando estén enfermitos) sin correr a levantarlo en los brazos.
Si se practican todos estos consejos a la misma hora el bebé los relaciona con una rutina que se practica justo antes de acostarse y lo ayuda a que poco a poco lo haga de la manera más sencilla y sin presentar muchos problemas para quedarse dormido; es importante entender que todos los métodos que se usen suelen funcionar siempre y cuando exista constancia y perseverancia.
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