Cuando el bebé está recién nacido notarás que es un reloj para la hora de comer. Cada dos horas y media o tres horas comenzará a llorar para pedir alimento, y también usará la misma alarma para avisar que se siente incómodo porque está mojado, tiene cólicos o siente alguna molestia con el clima.
A medida que crece variará su ritmo. Deberás incorporar a tu niño a las rutinas de día y noche, pues cuando estaba en el vientre materno estaba acostumbrado a que todo era a oscuras y casi siempre se guiaba por los horarios de mamá. Muchos serán los consejos que recibirás, pero debes estar claro cuáles son los indicados para ti.
Consejos que podrían ayudarte
- Genera un ambiente de sueño: Luego del baño o la comida, una vez esté limpio, arrúllalo. Deja que sienta tu calor y olor, allí podrás empezar a cantarle, contarle un cuento. Llévalo a su cama y puedes darle un masaje. Hay quienes advierten que no hay que hacerlo dormir en brazos pues se arraiga esa costumbre y hay quienes afirman que esto es un mero instinto de supervivencia y merece todo los cariños y contacto contigo que necesite, será decisión de cada padre decidir qué teoría adoptar.
- Cuida la fuente de luz: Hay bebés que se duermen más rápido con la luz apagada y otros necesitan la seguridad de estar con una luz tenue.
- Un lugar fresco y cálido: Si el cuarto del bebé es muy caluroso o por el contrario hace muchísimo frío, no dudes que te dirá que no está a gusto con un llanto a todo pulmón. Cuida que todo esté fresco y que entren no fuertes corrientes de aire que pudieran afectarle.
- Controla sus horas de comida: Deberás ordenar su horario de comer. Procura que la última mamila sea sobre la diez u once de la noche. Si se despierta cada tres horas, saca la cuenta sobre a qué hora debió iniciar su primera comida. Cuando los bebés pasan los dos meses ya empiezan a tener siestas largas en la noche.
- Coloca un apoyo: Después de sacar los gases al bebé luego de que se tomara su mamila, verás cómo se adormece. Al acostarlo y para evitar que se ahogue con reflujo (Si lo llegara a presentar), coloca al niño de lado y detrás ubica un apoyo que puede ser una almohadita. Deberás estar pendiente de que no se voltee boca arriba.
Recomendaciones adicionales
Crea un hábito ya que a medida que va creciendo deberás ir reforzando las costumbres a la hora de dormir. Por ejemplo, si se despierta y llora un poco, cántale y mécelo para que se duerma.
Hay padres que establecen una hora de sueño y se enfocan en crear un patrón, por ejemplo, muchos acuestan a sus pequeños a las 8 de la noche diariamente con la finalidad de que lleguen a acostumbrarse.