Hoy son ciento diecisiete días de que perdí a una amiga, ahora siento y sé que perdí a mi mejor amiga, confidente, consejera, compañera y testigo de veinticinco años de vida. Me siento y me sé muy desolada… Mientras más corren los días se me ha hecho más difícil, pues llega la fecha de ir al café, de las llamadas por teléfono, de la receta de comida, de las risas, de las confesiones, de pedir un consejo, del viaje planeado, de la recomendación de la película y la celebración de nuestros cumpleaños… lamentablemente esa fecha y esa hora ya no llegará más…
Es un duelo que llevo a solas, seco las lágrimas cuando llegan mis hijos, me voy a tender la ropa o me subo bañar. Por alguna "extraña razón" me cuesta mucho trabajo que me vean llorar, prefiero llorar a solas. Hace dos meses me encontraba muy exaltada, enojona, intolerante, más no tan sensible, llevo alrededor de un mes que cualquier cosa rompo en llanto y la extraño horrores. La extraño cuando me doy cuenta no hay otra persona igual con quien hablar horas y horas sin sentirme juzgada, reír por babosadas y tomar un sorbo de café entre plática y plática, cuando me doy cuenta que nadie más se ríe de mis errores con la ligereza de que eso pasara y no me enfrasque en tonterías, extraño la llamada para ponernos de acuerdo y salir de la rutina para ir a cenar, extraño la atención de sus preguntas de lo que había sucedido en mi vida, el filosofar sobre bobadas, hablar de nuestros traumas, extraño saber de ella, saber como esta, de saber cómo y cual era su siguiente proyecto, de saber el menú que le haría a su esposo y a mi llenarme de ideas, sus remedos caseros, extraño sus palabras, sus regaños, su ánimo, su energía, su lucha, su amor por mis hijos, por mi esposo y por mi vida. La extraño cuando veo la indiferencia, el abuso y el egoísmo de las personas, cuando entiendo y veo lo difícil de tener una verdadera amiga.
Tuve dos meses o más en el que envolví mi tristeza con enojo, pues estamos acostumbrados a ver caras largas, caras serias y nadie pregunta nada, es ya habitual… pero UNA sola lágrima es muy cuestionable, por lo que creo que por eso me mantuve unos meses en esa coraza, hasta que se rompió… ahora aunque me sigue dando vergüenza que me vean llorar por conceptos erróneos, por estar asociadas con debilidad o berrinche, estoy convencida de que las lágrimas purifican y sanan las emociones y el alma. No sé cuanto tiempo sigan las lágrimas sanando esta ausencia en mi vida, lo que si me queda claro es que mientras más pase el tiempo, más voy extrañar la llegada de esa fecha con mi amiga.
"Las lágrimas son un río que nos lleva a alguna parte. El llanto crea un río alrededor de la barca que transporta nuestra vida espiritual. Las lágrimas levantan la embarcación río abajo a un lugar nuevo" Clarissa Pinkola