Ya os comentamos en nuestro primer post que pretendíamos escribir sobre todas las situaciones con las que nos podemos encontrar con nuestros hijos en etapa “no bebé” y, hay que ser realistas, la vida a veces te da un giro y no sabes cómo reaccionar con tu peque en ese momento. Les vemos tan pequeños, tan inocentes, tan cariñosos … que nuestro subconsciente nos lleva a protegerles inmediatamente de cualquier peligro o daño potencial. Nosotros llevamos 2 días dándole vueltas a cómo comunicarle lo que creemos que va a ser un shock para ella: que su mejor amiga se va lejos, que la va a echar de menos, que ya no van a llorar y reír juntas, ni sentarse juntas en el bus de la ruta, ni ensayar flamenco al mediodía … Es una niña de 5 años muy madura y sensible, no le vale un simple comentario pasando por encima y, por supuesto, mucho menos una mentira piadosa del estilo de “no te preocupes, si os vais a ver dentro de poco”. Es un principio básico que aplicamos con ellos, no se miente y se dan las explicaciones que sean necesarias, adaptándolas a su capacidad de comprensión.
Cuando aparece un problema inesperado de salud, tendemos a buscar información ávidamente en Internet, para calmar esa angustia inicial. Así que la mami se puso ayer a buscar cómo afrontar/explicar una ausencia a un niño de 5 años. Encontré muchas páginas sobre el duelo, la separación, el divorcio, nada se adaptaba exactamente a nuestro caso, hasta que encontré un artículo de Lola Rovati en BebesyMás, que exponía una vivencia personal muy similar.
Así que, a la hora de la cena, cogimos el toro por los cuernos y nos sentamos con ellos como siempre. Qué tensión, a ver quién sacaba el tema, viéndola tan feliz cenando su huevo frito y contándonos que iba a vestirse de princesa medieval para el Carnaval del colegio … si es que nos daban ganas de llorar …
Así que, tras 2 preguntas de rigor “¿qué tal hoy? ¿has tenido danza?”, llega la bomba … “¿te ha contado Adri alguna cosa interesante?” … y el tiempo se paró.
Lo que ocurrió después es la prueba de que nuestros hijos son mucho más fuertes de lo que pensamos, su respuesta fue “ay, sí, que se va a vivir muy lejos porque su mamá tiene que trabajar en otro sitio, y claro, ella no se puede quedar aquí sola papá”. Pero lo soltó con esa naturalidad y simpleza con la que ellos hacen que algo gravísimo para ti, sea reducido a una cosa banal.
Todos nuestros preparativos, anticipando ansiedades y una desgracia, los había resuelto ella solita sin drama ni tristeza. Los hijos, en estas edades, te dan lecciones de madurez que nos siguen sorprendiendo … Aún así, como dice Lola en su artículo, sabemos que las peques lo van a pasar mal, tienen sus sentimientos como los adultos, están aprendiendo y no pueden estar siempre en una urna de cristal, lo importante es acompañarles en ese aprendizaje para que sean personas positivas y sepan enfrentar las dificultades sin sufrir más de lo necesario.
Además, hay que pensar en positivo, en esta era en la que tenemos móvil, Skype, email, una amistad puede mantenerse sin problemas, y estamos seguros de que así va a ser, porque todo tiene remedio en esta vida.
Así que, desdramatizada la situación, y esperando que llegue esa súper fiesta de despedida dentro de pocos días, desde aquí, un súper mensaje de amigas para la posteridad!
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