Leí hace poco en el perfil de Facebook de Fénix Pérez: “Autosabotaje es hacer, inconscientemente, cosas que nos impiden lograr lo que deseamos”.
La verdad es que hay una gran diferencia entre la conformidad y la inconformidad. Cuando estás conforme no tienes porque pedir más, lograr más, esperar más… Simplemente “prendes el televisor de tu vida” y ves como pasan de largo las escenas de la novela.
Contrario a esta actitud, habemos personas a las que se nos acusa de no conformarnos. ¿Sabes qué? De gente conforme está lleno el mundo y yo no me considero parte del montón.
Alguien dijo hace poco que hay personas que se sobrevaloran profesionalmente. Una afirmación con la que no estoy de acuerdo, puesto que nadie sabe lo que le costó a la otra persona llegar hasta donde llegó. Y si usted pudo llegar más lejos aún, ¿qué me impide llegar a mi? Es muy fácil ver la paja en el ojo ajeno y no ver la viga en el propio. Pero hay uno más grande que tú y que yo, que todo lo ve, y en su justo momento hará que el tiempo sea el mejor maestro” colocando a “cada reina en su trono y a cada payaso en su circo.”
Así que la próxima vez que intentes salir de tu zona de confort, y encuentres personas en contra de ese objetivo que tienes, date el lujo de decir “no”.
Una vez escribí: me niego a vivir en crisis. Y sigo en pie con la misma afirmación. Porque como decía Facundo Cabral “mi abuelo le tenía miedo a los pendejos. Un día le pregunté por qué y me dijo “¡Porque son muchos! ¡No hay manera de cubrir semejante frente!”
Y tú, que esperas para saber en qué lado de la cancha te ubicas? ¿Conformismo o inconformismo?
No cometas autosabotaje contra tí mismo(a).
¡Hasta la próxima!