El ombligo es una cicatriz que queda después de cortar el cordón umbilical cuando termina el parto. Una de las preocupaciones de los padres es la higiene del ombligo del bebé durante los primeros días después del nacimiento, y es que unos buenos cuidados pueden prevenirlo de infecciones y otras complicaciones.
Entre 10 y 12 días después del nacimiento, el muñón se secará por completo y caerá, y posiblemente quede una pequeña herida que tardará unos días en cicatrizarse. Mientras esperamos a que caiga por sí sólo, debemos tener en cuenta algunos consejos importantes la correcta higiene del ombligo.
Dentro de las cosas que debemos hacer en la higiene del ombligo una de las mas importantes es mantener el ombligo seco y limpio, es recomendable limpiarlo con alcohol de 70º y tenerlo protegido y tapado para evitar infecciones. Se recomienda bañar al bebé con agua y jabón y luego secar con una toalla y con pequeños toquecitos el ombligo para que quede bien seco. Hay que hacerlo a diario o siempre que se haya ensuciado de orina o heces.
Si vais a limpiarle el ombligo sin bañarle antes, lo mejor es usar una gasa empapada de alcohol 70º, y repito, luego secarlo muy bien para que no quede húmedo. Una vez haya caído el cordón hay que seguir con las limpiezas durante dos o tres días más, hasta que la herida cicatrice.
Imagen: Raphael Goetter / flickr
¿Cómo limpiáis el ombligo de vuestro recién nacido?