Que tu hija acepte la aparición de la bulimia en simplemente un deseo de perder peso simplifica muchísimo el problema. Sin embargo, no hay duda de que la obsesión por la apariencia de su propio cuerpo es la principal causa de la bulimia y la anorexia generalizada, en la sociedad occidental.
La bulimia, un enemigo de la belleza
Lo que empieza como un inocente deseo de reducir su peso para aumentar su atractivo, puede llegar a convertirse en un grave problema con el que se deberá luchar toda la vida. Muchas personas que sufren de bulimia usan la comida como un medio para controlar su vida y los especialistas pueden ayudarles a entender cuáles son exactamente los problemas que se encuentran en los orígenes de la bulimia.
Por ejemplo, puede suceder que el paciente realmente quiera controlar su vida y ya exista alguna otra persona que ejerza un control indeseable sobre él o ella. El paciente siente que la comida es lo único que puede controlar y esta se convierte en el centro de su vida. Después de cada limpieza del estómago la persona siente culpa, vergüenza, y, a veces odio.
Por supuesto, cada caso es único y esta descripción es sólo una generalización. En la vida del paciente puede haber otros problemas que eventualmente le pueden haber conducido a la bulimia, por ejemplo, la violencia sexual en su contra o la intimidación de algunos compañeros en la escuela a causa de su exceso de peso.
Los pacientes con bulimia tienden a ocultar su enfermedad y el resto pueden no notar nada durante mucho tiempo.
Síntomas de la bulimia
- Presentar llagas en los dedos (que vienen del hecho de que el bulímico/a a menudo los pone en su boca para inducir el vómito).
-Siempre se va al baño inmediatamente después de la ingestión de la comida y, posiblemente, se pasa mucho rato en él.
-Existencia de caries dental.
-Se producen espasmos en las articulaciones.
-Debilidad, fatiga, desmayos.
-Reducción del peso.
-Comer en exceso regularmente.
-Tener las mejillas ligeramente hinchadas.
¿Cómo afrontar la bulimia de tu hija?
No debería esperarse una recuperación rápida. Unos hábitos alimenticios erróneos se forman en un periodo determinado de tiempo; a menudo para deshacerse de ellos, se necesita mucho tiempo y esfuerzo.
La enfermedad se trata con la ayuda de la psicoterapia y los antidepresivos. La psicoterapia es la etapa más importante y más larga del tratamiento, ayudando a los pacientes a entender su enfermedad y a encontrar una salida.
Por supuesto recomendamos como máxima prioridad contactar con un médico especialista en este campo y consultarle para poder crear una terapia para ayudar a su hija o hijo.