El masaje es una gran manera para que tú y tu pareja puedan vincularse con el bebé, y puede que le resulte relajante.
¿De qué trata un masaje para bebé?
El masaje del bebé es una suave caricia rítmica del cuerpo de tu bebé con las manos. Puedes utilizar aceites o una crema hidratante para ayudar a las manos para deslizarse suavemente sobre la piel de tu bebé. Como parte de su rutina de masaje, puedes manipular con cuidado a tu bebé de los tobillos, las muñecas y los dedos. Puedes hablar en voz baja, zumbido o cantarle le estás dando masajes, lo que puede hacer que sea más tranquilizador para él.
Los trazos suaves de las manos estimulan la producción de la hormona oxitocina en ti, tu bebé e incluso tu pareja, si él está mirando. La oxitocina es la hormona que le da esa cálida y amorosa sensación cuando sostienes a tu bebé cerca o lo amamantas.
Beneficios de los masajes
El masaje puede ayudar a tu bebé a:
Desarrollarse mental, social y físicamente
Estar relajado y no se molestan
Llorar y quejarse menos
Dormir mejor
Puedes encontrar que darle a tu bebé un masaje levanta el ánimo y te ayuda a sentirte mejor como madre o padre. El tiempo destinado para un masaje puede ser un tiempo especial junto al bebé.
Esta es una razón por qué el masaje puede ayudar a las madres con depresión posparto, o que están en riesgo de depresión, de interactuar con sus bebés.
Cómo empezar un masaje
Es importante encontrar un buen lugar para el masaje del bebé en casa donde tú y tu bebé se sientan cómodos y sin molestias. Asegúrate de que la habitación está caliente (alrededor de 24 °C, sin corrientes de aire.
Coloca a tu bebé sobre una toalla o sábana doblada, tal vez con un cambio de alfombra debajo. Es posible que prefieras mantener el chaleco de tu bebé si hace un poco de frio.
Consejos para los masajes de tu bebé
Durante los primeros tiempos, puedes simplemente dar masajes a las piernas de tu bebé hasta que se acostumbre a la sensación. Es un buen lugar para empezar porque el bebé está acostumbrado a que durante los cambios de pañales le toquen sus piernitas.
Luego, trata de seguir un patrón de rutina, tal vez masajear las piernas de tu bebé antes de sus brazos, manos y cuerpo. Tu bebé podrá apreciar una rutina, encontrará reconfortante saber lo que vendrá después.
Para aprender una rutina de masaje más específica, puedes pedir a tu médico o pediatra, si hay una clínica o centro infantil cerca, que te indique de un pequeño curso de masaje infantil.