Está más que comprobado lo gratificante y relajante que resulta un masaje para cualquier persona, más aún si ésta posee problemas cervicales o lumbares. Un público muy agradecido, pero todavía desconocido en este aspecto, son los bebés. Los masajes para bebes de la casa no sólo es beneficioso para su bienestar físico y emocional, sino que los pediatras cada vez lo recomiendan más. Es todo ventajas, por eso te enseñamos a que masajees tú misma a tu bebé.
Recomendaciones antes de empezar los masajes para bebés
No te pongas nerviosa. Con extremo cuidado y mucho amor, tu hijo estará más que en buenas manos. Contigo se siente seguro y confiado, aprenderá a disfrutar y seguro que poco a poco hasta se termina riendo a carcajadas de felicidad. ?O es que aún no has visto vídeos de bebés siendo masajeados? Son verdaderamente tiernos y divertidos.
Lávate muy bien las manos. La higiene es vital para el contacto físico con un bebé. Comprueba además que la estancia donde realizarás el masaje para bebés tiene un ambiente cálido y tranquilo. Hay quien dice que la música bajita produce un efecto de relax increíble en el bebé.
Es mejor que tu bebé no tenga ni frio ni hambre mientras le haces el masaje, así lo recibirá en toda su extensión, y estará mucho más receptivo.
Qué crema o productos utilizar
Para masajear a tu bebé, con un aceite del estilo Johnson´s o cualquier marca reconocida, cuyos ingredientes sean lo más naturales posibles, será suficiente. La crema también sirve, pero su textura es más difícil de extender en su frágil cuerpo, por ello recomendamos aceite corporal.
Recomendamos hacer una prueba en tu piel, para comprobar si el aceite es adecuado. Además, podrás ponerle un poquito en la muñeca o en el tobillo, y esperar a comprobar la reacción. Es importante que el bebé no tenga alergia al producto y su piel lo reciba bien.
Masaje en los pies
Los pies son altamente agradecidos a la hora de masajearlos. En la planta de los mismos se encuentran multitud de terminaciones nerviosas que provocan que, al tocarlas suavemente, punto por punto, experimentemos sensaciones muy placenteras.
Coge cada piececito de tu bebé y haz movimientos circulares con las yemas de tus dedos suavemente. Primero, cuando esté boca arriba, y después, boca abajo, tira cuidadosamente de cada pie, mientras con la otra mano masajeas su planta.
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Masaje en los muslos
Coloca la mano derecha encima de su pierna izquierda y tira suavemente de ella hasta llegar al pie. Después, dale un masaje en el muslo. Repetimos el movimiento con la pierna y el muslo inverso, así hasta cuatro veces.
Si tu bebé se muestra inquieto, espera a que se calme susurrándole palabras graciosas o haciendo un breve descanso para entretenerle. Recordamos que la ambientación es vital. No debe haber nadie más en la sala, pues el bebé se distraerá fácilmente.
Masaje en la tripita
Con la mano rociada en el aceite corporal, haremos movimientos lentos y circulares en su tripa, en el sentido de las agujas del reloj. Es mejor que siempre sigamos la misma dirección al hacer este masaje. La tripa es una zona algo más sensible, y no queremos que el bebé sienta malestar de cualquier tipo.
Las cosquillas podrían aparecer en cualquier momento. Si tu bebé se empieza a reir será señal de que se lo está pasando bomba. Pero no le dejes tumbadito se la risa persiste. Incorpórale, en su lugar, y espera a que se tranquilice de nuevo.
Másaje en el pecho
La parte del pecho y el tórax es una de las más relajantes a la hora de hacer masaje. Seguro que te recuerda a los típicos anuncios de tv en los que la mamá o el papá alivian a los peques, con lociones o cremas de marcas específicas.Masajea la zona de arriba abajo y luego con movimientos descendientes a ascendentes. A tu bebé le encantará y le relajará muchísimo.
Masaje en las manitas
Estira con mucho cuidado las manitas de tu bebé e introduce cada una en la palma de tus manos atesorándola y calentándola. Después coge cada dedito y estiralo suavemente. Hazlo con ambas manitas. Cuando termines, empieza a masajear con movimientos circulares sus pequeñas palmas. Le encantará.
En las manos encontramos de nuevo multitud de terminaciones nerviosas que, localizándolas y masajeándolas, conseguiremos un climax de bienestar y satisfacción enorme, en los bebés.
Masaje en la espalda
Los mejores masajes en la espalda son a través de movimientos descendentes y firmes. Si quieres puedes centrarte en alguna parte en especial, y después continuar masajeando de nuevo. Este masaje puede prolongarse un poquito más que los demás, por tratarse de la espalda.
Si ves que tu bebé no se siente cómodo, llora o patalea, deja el masaje rápidamente. El objetivo es que él esté tranquilo y lo desee y reciba con una sonrisa. No pasa nada si no se deja masajear, seguro que otro día puedes volver a intentarlo.