Mientras que un adulto posee 32 dientes en total, que son permanentes, un niño solo tiene 20. Estas piezas dentales son conocidas como de leche o temporales, puesto que en algún momento se caerán para dar paso a los definitivos.
¿Por qué son importantes los dientes? Porque con ellos se mastican los alimentos para facilitar la digestión. Además ayudan en el habla y en la producción de sonidos, junto con la legua y los labios.
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Un niño cuenta con tres tipos de dientes, mientras que los adultos desarrollan cinco. Los tres tipos de dientes de los niños son incisivos, caninos y molares. Salen y se extraen en ese mismo orden. Cada grupo desempeña un papel distinto en el ser humano.
Los incisivos salen en el centro en la parte delantera de la dentadura. Son ocho en total, cuatro arriba y cuatro abajo. Su forma de cincel con extremos afilados los hacen ideales para cortar y moler la comida.
Los caninos están ubicados en los extremos de los incisivos y tienen una forma puntiaguda. Los niños tienen dos arriba y dos abajo, para un total de cuatro. También conocidos como colmillos ayudan a cortar los alimentos.
Los premolares se sitúan junto a los caninos. Una dentadura cuenta con ocho de este tipo, cuatro arriba y cuatro abajo. Se caracterizan por ser más grandes y fuertes, por lo que se usan para triturar y aplastar los alimentos.
Esos son los 20 dientes que integran la dentadura infantil, 10 en la parte inferior y 10 en la superior. A partir de los seis años comenzarán a caerse para dar paso a los definitivos. Los adultos, por su parte, cuentan con dos grupos más: molares (ocho piezas) y muelas del juicio (cuatro piezas) para un total de 32. Tal vez te interese: Dientes de leche: ¿a qué edad se caen?