Los malos tratos infantiles comprenden un espectro de acciones abusivas, o actos de omisión, y falta de acción, que dan como resultado morbilidad o muerte al infante. Los actos de omisión y comisión antes del nacimiento, como el consumo de drogas por parte de la madre o no llevar un seguimiento sanitario adecuado durante el embarazo, también ejercen efectos adversos en el niño. Los malos tratos físicos se definen de forma simple como lesiones intenemocionales son diferidas. El termino abuso sexual hace referencia a cualquier acto intencionado relacionado con un niño para obtener satisfacción sexual por parte de un adulto. Puede ser perpetrado por miembros de la familia (incesto), conocidos o, con menos frecuencia, extraños
Se pueden administrar fármacos, tóxicos y otras sustancias para intoxicar intencionadamente a un niño. Cuando se lleva a cabo esta u otra acción engañosa con el fin de simular una enfermedad, se trata de un síndrome de Munchausen por poderes.
Los síntomas y signos inducidos pueden dar lugar a la realización de pruebas médicas, ingresos hospitalarios o tratamientos innecesarios; en hasta el 10% de los casos se produce la muerte del niño. La falta de denuncia de un caso sospechoso de malos tratos puede ser sancionada.
También puede dar lugar a una demanda por mala praxis por los danos ocasionados como resultado de la ausencia de denuncia y la consiguiente falta de protección de futuras lesiones.
Malos tratos físicos en el niño
Factores de riesgo
Aunque la variabilidad de las definiciones y los requisitos para denunciar impiden comparaciones detalladas, se han descrito casos de malos tratos perpetrados por los padres en la mayoría de los grupos étnicos, geográficos, religiosos, educativos, ocupacionales y socioeconómicos.
Los grupos que viven en la pobreza tienen una mayor tasa de denuncias por malos tratos físicos, debido al mayor número de crisis en sus vidas (desempleo o hacinamiento), al acceso limitado a recursos económicos o sociales para obtener ayuda en momentos de estrés, a la mayor violencia en las comunidades donde viven, a la asociación de pobreza con otros factores de riesgo (como paternidad adolescente y monoparental, y consumo de sustancias), y a la posibilidad de una mayor vigilancia por parte de los organismos comunitarios y de los vecinos.
Asimismo, en las bases militares se ha observado una mayor incidencia de malos tratos físicos. Esto puede deberse a una mayor vigilancia, así como al incremento de los factores de riesgo. La presencia de maltrato de la pareja incrementa la probabilidad del maltrato infantil.
Las drogodependencias son frecuentes en las familias con niños maltratados. Alrededor del 10-40% de los padres maltratadores sufrieron el mismo problema de pequeños.
Suele tratarse de padres/madres solteros infelices, solitarios, malhumorados y jóvenes que no han planificado sus embarazos (separados por periodos breves), tienen un conocimiento escaso o nulo del desarrollo y la salud del niño o presentan expectativas poco realistas en cuanto al comportamiento del niño. Los niños con retraso mental tienen más riesgo de sufrir malos tratos o abandono.
Los padres pueden lesionarles durante el enfado provocado por lo que consideran un comportamiento inadecuado, que en realidad tiene que ver con su minusvalia. La presencia de problemas neuromusculares asociados puede incrementar la probabilidad de un traumatismo no accidental. Otros niños de alto riesgo son los lactantes prematuros, los lactantes con problemas médicos crónicos, los bebes que sufren cólicos frecuentes y los niños con problemas de aprendizaje y conductuales.
El niño puede ser normal, pero es percibido como difícil, inusual o anormal por un padre inexperto. Comportamientos normales, como llorar, gimotear, ensuciar y derramar líquidos, pueden hacer que el progenitor pierda el control y lesione al niño.
La ocasión que precipita los malos tratos puede asociarse a una crisis familiar, como la perdida del puesto de trabajo o del hogar, una disputa conyugal, la muerte de un hermano, el cansancio físico o el desarrollo de una enfermedad física o mental aguda o crónica tanto en el padre como en el hijo.
La detección de factores de riesgo de malos tratos y abandono debe iniciarse durante el embarazo y continuarse a lo largo de la infancia como parte de la atención rutinaria al niño sano y en todos los casos de lesiones a menores. La presencia de factores de riesgo en los progenitores o el niño debe aumentar el índice de sospecha de malos tratos. Incluso cuando tales malos tratos infantiles no pueden documentarse, la existencia de factores de riesgo significativos puede hacer necesaria la derivación a los SPM para obtener ayuda, educación, tratamiento y prevención.
Manifestaciones clínicas de malos tratos infantiles
Se sospechan malos tratos cuando una lesión no se explica o es inexplicable o poco plausible. Cuando una lesión resulta incompatible con la historia descrita o con el desarrollo del niño, debe denunciarse una sospecha de malos tratos. No se requiere una certeza diagnostica de los malos tratos para poner la denuncia.
La determinación final del maltrato (sustanciación) la realiza el SPM y el sistema legal. Lo esperable cuando un niño se lesiona es que los padres acudan inmediatamente a un servicio medico para su exploración. El retraso en la búsqueda de ayuda médica debe hacer sospechar malos tratos o abandono. El retraso también puede deberse a una falta de medios de transporte o a la ignorancia del significado de la enfermedad o lesión.
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Antes de denunciar una sospecha de abandono, el medico debe determinar si los padres tienen o no conocimiento de las enfermedades y si disponen de los recursos intelectuales, emocionales, económicos y físicos necesarios para el cuidado de sus niños. La denuncia de un caso sospechoso tiene como objetivo la intervención de los servicios necesarios.
Marcas de instrumentos para infligir heridas a un niño
Hebilla de cinturón
Cinturón o correa
Lazo de cuerda
Palo/látigo
Tabla o espátula
Mordedura
Sartén
Palas
Cepillo para el pelo
Manos/nudillos
Cuchara
Matamoscas
Percha
Marca de objetos calientes que causan quemaduras
Plato caliente
Bombilla
Rizador de pelo
Encendedor de cigarrillo de coche
Plancha
Cuchillo
Rejilla
Cigarrillo
Tenedores
Inmersión
Tratamiento
El tratamiento indicado para malos tratos infantiles es que se debe iniciar precozmente el tratamiento medico, quirúrgico y psiquiátrico adecuado. La ley requiere que el caso de un niño con sospecha de malos tratos o abandono sea notificado inmediatamente al SPM.
Los niños con sospecha de malos tratos no deben ser dados de alta sin consultar previamente con el SPM local. El trabajador social se debe poner en contacto con el medico para determinar si el menor estará seguro si se va con uno de los padres o si debe ser trasladado a un organismo oficial con una escolta segura.
El trabajador social debería acudir al hospital o la consulta para evaluar la situación y determinar la seguridad futura del niño y la necesidad de recurrir a los servicios de crisis. Los menores y hermanos con riesgo de malos tratos deben ser trasladados a las casas de familiares adecuados o a hogares de acogida para situaciones de urgencia.
Como prevenir
El papel del pediatra en la prevención primaria de malos tratos infantiles engloba la identificación de los padres y los niños de alto riesgo. Los padres de alto riesgo pueden ser incapaces de aceptar, querer y disciplinar y cuidar adecuadamente de sus hijos.
La historia obtenida de todos los padres debe incluir información sobre la planificación del embarazo, el embarazo, la salud emocional y física, la violencia domestica y actitudes en cuanto al niño, sobre el conocimiento de la salud y desarrollo infantiles, así como las experiencias y técnicas de crianza de los niños.
Los factores de riesgo relacionados con los padres comprenden los antecedentes de violencia familiar o de malos tratos infantiles, adicción a drogas, depresión, falta de apoyo, problemas socioeconómicos, enfermedades psiquiátricas graves o retraso mental, edad joven, embarazos poco espaciados en el tiempo, madres solteras, comentarios negativos sobre el recién nacido, falta de signos de apego materno, visitas escasas a su hijo recién nacido cuyo alta se demora por prematuridad o enfermedad, ira o azotes inapropiados
Los malos tratos infantiles y el abandono graves pueden prevenirse cuando las familias de riesgo reciben tratamiento y apoyo intensivos durante el embarazo y tras el parto.
La prevención debe incluir el contacto temprano y frecuente de la madre con su bebe en la sala de partos, dejar al bebe con la madre durante su estancia en el hospital, aumentar el contacto de los padres con sus hijos prematuros, ayuda adicional para calmar a un bebe llorón o ≪difícil≫, visitas medicas mas frecuentes a los lactantes con riesgo, asesoramiento continuo sobre disciplina y empleo de respuestas no físicas a las conductas no deseadas, visitas a domicilio de la enfermera de salud publica o de visitadores domiciliarios experimentados, clases a los padres, clases sobre el control del estrés o la ira, seguimiento estrecho de las enfermedades crónicas o agudas, líneas de apoyo telefónico, ayudas para el cuidado del niño en casa o en guardería, descansos para los padres estresados y asistencia en la planificación familiar.
Cual es el pronóstico
Los niños con lesiones en el SNC pueden presentar retraso mental, problemas de aprendizaje o conductuales, ceguera, hipoacusia, problemas motores, síndrome orgánico cerebral, convulsiones, hidrocefalia y ataxia.
El fracaso del tratamiento para malos tratos infantiles puede dar lugar a niños agresores escolares, delincuentes juveniles, adultos violentos y antisociales, maltratadores de la pareja y ancianos y a una nueva generación de maltratadores infantiles.
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