La verdad es que es una de las experiencias más tristes que puede vivir un padre pero también un hijo, ya que toda la familia, especialmente ellos, salen escaldados y lo que es peor, según los expertos, las consecuencias de esto pueden ser múltiples y constantes a lo largo de todas sus vidas.
Hoy, casualmente, he visto navegando una asociación que aboga porque estas situaciones no se produzcan o se reduzcan. Y es que han crecido muchísimo a causa de factores como la crisis o la creciente cifra de separaciones y divorcios (especialmente en los países occidentales)
Este es el link:
http://www.anasap.org
Esta actitud constante y destructiva del hijo hacia su progenitor, en el contexto de la sociología y la psicología social se conoce como SAP, o síndrome de la alienación parental. Y sus definiciones se acercan mucho a esto: Un terrible proceso en el que el niño denigra, maltrata o insulta a uno de sus progenitores, normalmente debido a un 'lavado de cerebro' que la madre o el padre le han perpetrado, en una situación de conflicto como un divorcio o separación problemática.
El SAP muchas veces roza su punto más triste y extremo, cuando, el niño, guiado por el padre o madre, acusa a su progenitor de, por ejemplo, abuso sexual o maltrato, nunca ocurrido en la vida real. Lo peor no es pasar por el proceso judicial, sino las secuelas que quedan en el menor (también en el padre afectado) ya que se llega a creer esa realidad inventada, y probablemente, sus visitas al psicólogo, incluso al pisquiatra, serán constantes a lo largo de su vida.
¿Habéis oído hablar de este Síndrome?
Foto. Leond Manchekov/Flicker