Una de las mejores noticias en la vida de una mujer es conocer que está esperando un bebé. Pero si la llegada del bebé es una grata sorpresa, imaginaos cuando la sorpresa se multiplica por dos y conocemos que estamos esperando gemelos o mellizos, puede ser el momento más feliz pero a la vez confuso de vuestra vida.
El embarazo múltiple ocurre cuando se introducen dos o más embriones en un mismo útero. Esto puede dar lugar al nacimiento de gemelos, mellizos, trillizos o tantos hijos como embriones hayan fecundado el útero. ¿Cómo son este tipo de embarazos? Prácticamente muy parecidos, aunque con una necesidad de reposo y control médico mayor. Si habéis recibido la noticia de que estáis esperando un embarazo múltiple no os asustéis, vuestro embarazo transcurrirá perfectamente.
Gemelos o mellizos
En ocasiones, no sabemos exactamente cómo distiguir los embarazos multiples. Ambos embarazos ocurren muy de vez en cuando, por lo que no tenemos por qué conocer de dónde proceden. Los mellizos, por ejemplo, no son mucho más parecidos que unos hermanos normales y esto se debe a que este embarazo se deriva de dos fecundaciones independientes de forma simultánea, es decir, dos espermatozoides fecundan dos óvulos diferentes, pero a la misma vez, de ahí que no tengan por qué parecerse pero el embarazo sea múltiple.Por el contrario, los gemelos suelen ser hermanos mucho más parecidos, incluso se les puede llegar a confundir pues nacen de la fecundación de un mismo óvulo que se divide a lo largo de los días en dos embriones. Este tipo de embarazos ocurren con la misma frecuencia en todo el mundo: cuatro embarazos de cada mil.
No podemos decir a ciencia cierta qué motivos desencadenan exactamente un embarazo múltiple. En algunas familias ocurre habitualmente, por lo que puede que la predisposición genética tenga bastante que ver. Por otro lado, desde hace unos son más frecuentes los embarazos conseguidos gracias a técnicas de reproducción asistida. En este tipo de tratamientos se suelen implantar hasta tres óvulos fecundados, lo que da lugar a una mayor cantidad de embarazos múltiples. Por último, en este tipo de embarazos tienen mucho que ver la edad de la mujer, cuanto más avanzada mayor concentración de las hormonas folículo estimulantes y por ello mayor presencia de óvulos que puedan ser fecundados.
Transcurso de embarazo múltiple
Cualquier embarazo múltiple suele ser considerado de riesgo, desde sus inicios. Pero no debemos asustarnos ni preocuparnos en exceso, puesto que lo único que significa es que el embarazo debe estar más vigilado para evitar problemas que puedan surgir.Al crecer dos niños en la matriz, el cuerpo de la embarazada está más cargado, pero la naturaleza hace que se adapte desde el primer momento: la cantidad de sangre aumenta y el útero se agranda, por eso podremos detectar un peso mayor al habitual en un embarazo múltiple. El peso de una mujer embarazada de más de un hijo puede llegar a aumentar hasta veinte kilos cuando lo normal son trece kilos en un embarazo de un solo niño.
Así mismo, el embarazo múltiple supone, obviamente, un esfuerzo mayor. Este tipo de embarazo suele provocar numerosos vómitos desde el inicio. También provoca mayor acidez que un embarazo normal, puesto que esto ocurre cuando el bebé presiona el estómago y esto se produce en más ocasiones. Físicamente las embarazadas que esperan más de un hijo tienen muchas más dificultades para sentarse, levantarse o simplemente estar tumbadas. Los edemas y varices también será mucho más frecuentes.
El parto
El parto en los embarazos múltiples suele adelantarse alrededor de la semana 37. Por supuesto, el tamaño de los bebés es inferior a los que nacen de un embarazo normal, pero a partir de la semana 24 los fetos comienzan a tener poco espacio en el útero de la madre. Dos semanas después los bebés pueden haber alcanzado ya los tres kilos, prácticamente el peso de un bebé normal al nacer, por lo que la matriz se va estirando, lo que puede provocar un parto prematuro.El partor puede prolongarse durante un tiempo mayor al de un parto normal. Las contracciones son más débiles y menos frecuentes, por lo que en ocasiones será necesaria la utilización de métodos que provoquen las contracciones. En el momento concreto del parto, los bebés suelen venir de cabeza. El primer bebé se abre camino entre las contracciones, mientras que el segundo se desliza posteriormente. Esto provoca cierto peligro para el segundo bebé, puesto que sin el estrés del nacimiento le resulta más difícil adaptarse fuera del útero, por eso el nacimiento del segundo bebé puede retrasarse algo de tiempo.
No obstante, los médicos están perfectamente preparados para este tipo de partos, por lo que si esperáis más de un bebé no os asustéis ni preocupéis, tanto el embarazo como el parto saldrán perfectamente.
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