Los métodos anticonceptivos han dado al hombre, no sólo la posibilidad de evitar un embarazo cuando no se desea, sino también, mediante el preservativo, la opción de poder disfrutar de una vida sexual alejando el riesgo de infecciones. Si bien llevamos mucho tiempo conviviendo con ellos, aún quedan muchos tabúes que destruir.
La organización del II Día Mundial de la Contracepción quiere hablarnos de todo esto, poniendo un especial énfasis en todo lo que rodea a los embarazos no deseados, tanto en adolescentes como en personas de otro rango de edad, ya que, a pesar de que los anticonceptivos son una solución, todavía tenemos por delante un largo camino para intentar revertir ciertas estadísticas.
Un problema social
El embarazo y el posterior parto, puede convertirse en una de las mejores épocas de la vida de una persona. No obstante, cuando éste no se espera y cuando la mujer no está preparada para ser madre, la noticia de una gestación puede tornarse en una verdadera pesadilla.Actualmente, según indica Esther de la Viuda García, vicepresidenta de la Fundación Española de Contracepción (FEC), "alrededor de 13 millones de mujeres menores de 20 años en el mundo han tenido un embarazo no deseado". Esto supone un problema social, ya que se trata de personas muy jóvenes que ven cómo esto puede interferir en su vida.
Además, hay que tener en cuenta que muchos de estos embarazos terminan en aborto y que una gran cantidad de éstos no se practica con todas las garantías higiénicas que se necesitan. Precisamente, éste es uno de los asuntos que más preocupa a la FEC, ya que los abortos ilegales suponen un gran riesgo para la mujer.
¿Nuestra meta es intentar evitar la mortalidad por abortos y potenciar los derechos sexuales y reproductivos de la mujer en el mundo", sentencia Mª Ángeles Gómez, especialista de la FEC.
Los anticonceptivos: la solución
Aunque muchas personas opinen que el mejor método anticonceptivo es no practicar el sexo, en los tiempos que corren, pensar que esto puede ser la solución es un grave error. Afortunadamente, al menos en los países desarrollados, contamos con multitud de procedimientos que permiten disfrutar de una sexualidad plena y sin riesgos.
Haciendo una breve referencia, la experta asegura que "los métodos más utilizados en España son el preservativo y la píldora, aunque el primero es más común entre los jóvenes, mientras que el perfil de la mujer que toma anticonceptivos hormonales va de los 20 a los 35 años". También hay que destacar que el uso de los métodos definitivos va disminuyendo, puesto que hoy en día "hay más alternativas igual de eficaces y seguras y que además tienen beneficios añadidos para la mujer", añade de la Viuda.
Educar a los jóvenes
Hoy en día, un porcentaje muy importante de los jóvenes mantienen relaciones coitales. Tal y como indica Esther de la Viuda, "la edad media de iniciación se sitúa alrededor de los 16 años". Con respecto a éstos, la mayoría asegura que utiliza el preservativo como método anticonceptivo, pero también confiesan que en algunas ocasiones no lo emplean, "exponiéndose así a una situación de riesgo", agrega la doctora.Por ello, aunque pensemos que la información es suficiente y, a pesar de que las cifras son cada vez más alentadoras, todavía queda mucho que hacer en materia de educación sexual. En España todavía tenemos grandes carencias en este sentido con respecto al resto de Europa. Además, hay que sumar que según la Comunidad Autónoma en la que nos encontremos, acceder a los métodos contraceptivos puede ser más o menos difícil.
Uno de los objetivos que persigue la FEC, según de la Viuda, es "que los médicos de Atención Primaria puedan recetar anticonceptivos". De esta manera, se podrían evitar los inconvenientes que conllevan el retraso en las citas ginecológicas. No obstante, para que esto se produzca, también hace falta una mejora en la formación del personal sanitario.
Facilitar el acceso a los anticonceptivos a aquellos sectores más marginados de nuestra sociedad, junto con una mejora en materia de educación sexual, podría conseguir reducir y estabilizar en unos mínimos las cifras de embarazos no deseados.