Hoy con tristeza me despido de mi Casal de verano pero todo tiene su lado positivo y en este caso es que tendré tiempo hasta que me mude para dedicarle al blog. Y yo tenía una espinita clavada de cuando fue la semana de la lactancia materna.
Me hubiera encantado publicar algo, de hecho publiqué un tweet con mi experiencia lactando al mayor de mis hijos, con el cual tuve algún problema, que terminé solucionando.
Pero me “confundí” de hastag al publicarlo, que no es que me confundiera, es que escribí el hastag como me dió la gana.
En seguida varias personas comenzaron a corregirme y me sentó tan como el c*l* que tuviera que escribir sobre lactancia usando el hastag que a otros les da la gana porque fuera la semana de la lactancia materna que pasé olimpicamente del tema.
Por suerte, como caída del cielo me contactó Maria José, del blog Maternidad Fácil y me ofreció publicar un artículo en mi blog, ¿en mi blog? ¿mi modesto y abandonado blog?
Le dije que si era un artículo sobre cómo tienen que ser las madres perfectas que mejor que no, que a mí los gurus y especialistas impositivos no me gustan nada.
A ver si soy borde…
Me envió el artículo y me gusta, me gusta y por eso hoy te lo muestro.
La lactancia como ámbito de libertad de la madre
A todas las madres nos pasa: una vez nace nuestro bebé aparece un enjambre de personas opinando sobre nuestra maternidad.
Y no es que no aceptemos los consejos de quienes tienen experiencia que a nosotros nos falte (nuestra madre, esa suegra animosa, esas hermanas, primas, tías, cuñadas, vecinas, compañeras de trabajo…).
Pero las madres somos nosotras. Y es bueno que tengamos nuestro ámbito de decisión.
¿Desde cuándo hay solo una manera de ser la madre correcta?
¿Acaso todos los hijos son iguales?
Este empecinamiento en teledirigir la maternidad ajena alcanza cotas singularmente intensas en un tema que es mucho más polémico de lo que debería: la lactancia. ¿Por qué?
Consideraciones médicas sobre la lactancia
El primer ámbito en el que se da esta polémica es el puramente médico y sanitario.
Hay sectores que aún consideran que la leche de fórmula es tan buena o incluso mejor que la leche materna.
Para dejar las cosas claras, hay que recordar que la Organización Mundial de la Salud (OMS) no tiene dudas acerca de los beneficios de la lactancia materna.
Por eso recomienda la lactancia materna exclusiva hasta los seis meses de edad y la lactancia mixta hasta los dos años de vida del bebé.
La leche de la madre transmite al bebé anticuerpos que le defienden en un momento en el que su sistema inmunológico es aún muy inmaduro.
Esos mismos anticuerpos ayudan al desarrollo y fortalecimiento del sistema inmunológico del lactante.
Del mismo modo hay un trasvase de hormonas de la madre al bebé a través de la leche, que facilita, especialmente en los primeros días tras el parto, que se fortalezca el vínculo afectivo entre la mamá y su hijo.
En el caso de que la madre no pueda dar el pecho a su bebé, afortunadamente las leches de fórmula son cada vez mejores.
Consideraciones sociales sobre la lactancia
Otro de los ámbitos de la polémica acerca de la lactancia pertenece al entorno social y es el relativo acerca del acto de dar el pecho.
Para gran parte de la sociedad es algo privado que solo puede hacerse en la intimidad del hogar y a solas entre madre e hijo.
Otras personas, sobre todo madres, consideran que se debería poder dar el pecho en cualquier lugar público con completa normalidad y sin siquiera llamar la atención por ello.
Entre ambas posturas hay muchas personas considerando adecuado llegar a un término medio que posibilite alimentar al bebé sin que la mujer se sienta señalada por ello, pero también entendiendo que es deseable que haya lugares específicos donde las madres se sientan más a gusto y sabiendo que nadie se siente incómodo por el hecho de que den de mamar a sus hijos.
El tercer ámbito de polémica implica tanto a lo social como a lo médico y es el relativo a la lactancia materna prolongada.
La OMS no señala un máximo temporal ante el que se deba abandonar la lactancia.
Se limita a recomendar que se mantenga en combinación con otros alimentos hasta al menos los dos años de vida.
Pero, para mucha gente, esto ya es demasiado.
Muchas personas consideran inapropiado dar el pecho a un bebé de más de un año o que ya puede andar o decir sus primeras palabras.
Más aún cuando el lactante supera los dos años, lo que para algunas personas ya entra dentro de lo escandaloso.
La lactancia pertenece al bebé y a su madre
Las mujeres, desgraciadamente, estamos acostumbradas a que se nos diga cómo debemos ser, qué debemos hacer, lo que debemos vestir, comer, aparentar, en qué debemos trabajar y emplear nuestro tiempo…
Ya es suficiente.
La maternidad en general, incluyendo la lactancia, pertenece a la madre y a su hijo.
Una cosa es aceptar consejos acerca de la lactancia y otra es dejar que desde fuera se nos imponga la relación con el bebé (porque dar el pecho significa mucho más que dar de comer).
Cada madre puede y debe elegir, teniendo a su alcance toda la información posible, el tipo de experiencia maternal que quiere tener con su hijo.
Nadie puede sustituirnos como madre; nadie puede vivir eso por nosotras.
Es a su madre a quien el bebé necesita.
Por algo está el dicho de que madre no hay más que una.
Y ha de ser una madre libre.
Artículo escrito por: Maria José Madarnás del blog Maternidad Fácil.
¿Qué te parece? A mí me parece un estupendo artículo, de haber escrito sobre el tema creo que mi conclusión habría sido la misma, cada cual es libre de lactar, no lactar o hacer el pino puente con un sombrero en los pies.
Si quereis ver más artículos sobre este tema y otros pasaros por Maternidad Fácil y echad un vistazo. Es una página muy útil para madres primerizas con muchas dudas.
A partir de ahora nos veremos más a menudo por aquí y estáte atenta que para finales de este més, principios de Octubre habrá sorteeeeeeeo por el primer cumplebog de El Balance Positivo.
Un abrazo y siento el abandono.
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