Imagen
Una mascota en el hogar suele ser el centro de atención de las personas que lo habitan, en el momento de llegar un bebé a la familia, se torna conflictiva y preocupante la reacción que pueda tener los bebés y las mascotas, sea un perro, un gato, etc. Uno de los puntos que más ronda en la cabeza de los padres es; si pueden seguir teniendo la mascota con el bebé en casa.
Sabemos que nuestras mascotas son otro integrante más de la familia, y por supuesto tiene una atención especial en su entorno, pero la llegada del bebé le hará perder protagonismo y será un proceso difícil para normalizar la convivencia de ambos.
Los perros se acostumbran rápido a la presencia del bebé, porque es un animal de costumbres y adaptación. Los gatos, que son más apacibles y están siempre como en su propio espacio, no son exigentes de especiales mimos, aceptarán más rápido al bebé, pero como son exploradores de lo nuevo, querrán saber que es, y buscará la forma de estar cerca de él.
Es muy importante estar pendiente del bebé en todo momento, ya que el gato puede treparse a la cuna o saltar encima cuando lo tengas en brazos.
Según estudios de la relación de los bebés y las mascotas es que los niños que viven con perros en el hogar están más sanos que los que no viven con un perro, los niños que comparten su vida con mascotas tienen un 30% menos de infecciones respiratorias, también hay un porcentaje del 50% que indica que los niños sufren menos de infecciones de oído, menos fiebre o rinitis, se llego a esta conclusión por que los bebés que convivían con mascotas necesitaron menos antibióticos durante el primer año de su vida a diferencia de los bebés que no convivían con mascotas.
A pesar de esto se debe descartar algún tipo de alergia del bebé hacia los animales o que no padezca de asma. Recuerda que la higiene que tenga la mascota será fundamental en la salud del bebé.
Se recomienda que antes del nacimiento del niño se lleve a la mascota al veterinario, desparasitarlo, vacunarlo y esterilizarlo.
¿Cómo la van tu mascota y tu bebé?