Una ciudad artística
Pocas ciudades cuentan con un pedigrí artístico tan puro como el de Madrid: muchos amantes del arte vuelven aquí una y otra vez. Durante siglos, los miembros de la realeza española prodigaron alabanzas y riquezas a los mejores artistas de la época, desde talentos locales como Goya y Velázquez hasta los grandes flamencos e italianos. Obras maestras de estos y otros pintores españoles como Picasso, Dalí y Miró ahora adornan las paredes de las galerías de clase mundial de la ciudad. Tres en particular son gigantes: el Museo del Prado, el Centro de Arte Reina Sofía y el Museo Thyssen-Bornemisza, pero en Madrid estos son simplemente buenos lugares para comenzar.
Una capital culinaria
Elevándose por encima de las humildes afirmaciones de su cocina local, Madrid se ha convertido en una de las capitales culinarias más ricas de Europa. La ciudad ha abrazado de todo corazón toda la creatividad y la innovación de la revolución gastronómica de España. Pero esta aceptación de lo nuevo está ligada a una pasión por las tradiciones duraderas de la cocina española, por la convivencia de la experiencia gastronómica y por mostrar la infinita variedad de alimentos de cada región española. Comer en Madrid es un verdadero placer, desde tapas en templos elegantes hasta todo lo nuevo en comidas sentadas bajo techos abovedados con siglos de antigüedad.
Matando a la noche
Las noches de Madrid son una leyenda, y el complemento perfecto para los encantos más tranquilos de las bellas artes y la buena mesa. La ciudad puede tener más bares que cualquier otra ciudad en la tierra: una colección de coctelerías y clubes nocturnos que combinan un toque de glamour con una marcha sin parar. Pero eso solo explica de alguna manera el atractivo de la madrugada del Madrid. Salga a las calles nocturnas de muchos barrios y se encontrará con una marea de personas, acompañado por una multitud feliz que intenta bailar hasta el amanecer.
Hermosa arquitectura
Madrid puede carecer del prestigio de París, la historia monumental de Roma o la reputación de Barcelona de obras maestras modernistas. Y no, no hay un equivalente de la Torre Eiffel, el Coliseo o la Sagrada Familia que puedas señalar y decir "esto es Madrid". Pero el Madrid no tiene nada de qué envidiar. El amplio recorrido de la historia arquitectónica de España ofrece un marco glorioso para la vida de la ciudad, desde mansiones medievales y palacios reales a los ángulos inimaginables de la arquitectura contemporánea española, desde los sobrios ladrillos y pizarras del barroco madrileño hasta las extravagantes confecciones de la belle époque. En pocas palabras, esta es una hermosa ciudad.