Llegaste a mí al reclinar la tarde, hermosa realidad de un largo sueno,
Y fue al fin el otoño. Primavera
Y el tronco añoso hubo un retoño nuevo.
Hijo de mi hija, doblemente mi hijo,
Eso eres, mi nieto,
que hoy haz venido a prolongar mi vida,
mi nombre, mi recuerdo.
Quizás repitas en tu vida de hombre
Algunos de mis rasgos y mis gestos,
Más quiera Dios que en ti no se repitan
mis errores,
Tampoco mis defectos.
Nieto, mi nieto…escucha:
Sé un ser útil y bueno,
Toma, no mas de lo que tu mano
pueda contener sin esfuerzo,
Quien posee muchas cosas, es esclavo
Quien tiene pocas cosas es su dueño
Y es mas libre además.
No olvides nunca de que la libertad
Es “bien supremo”.
Recuerda que alguien escribió un dia
Sobre la puerta de su casa esto:
“Todo era de otros y todo será de otros”
Y yo agrego que no es más rico el que posee mas bienes
Sino aquel que atesora más recuerdos.
Se sencillo, cordial, afectuoso
Que siempre hay alguien que demanda afecto,
Tal vez no alcances gran sabiduría,
Acaso no poseas gran talento
No importa, hay un talento, el que mas vale
Y es el del corazón, procura haberlo
y para ello, trata de guardarlo puro,
el corazón, como el de un niño.
Y luego ya hombre, puedes conservar por siempre
al niño aquel que fuiste en el comienzo,
que así tendrá mejor sabor la vida,
Y mejor gozaras, cuanto hay de bello.
Nieto mio, repito:
procura ser útil y ser bueno
Hoy te lo pide la madre de tu madre
Por dos veces tu madre
que es tu abuela.
(Juan Burghi)