Te estoy escuchando removerte mientras duermes plácidamente, y me parece increíble que estemos aquí, ya, un año después. Creo que nunca tendré palabras suficientes para decirte lo que ha supuesto tu llegada a mi vida.
No fuiste buscado, no como tus hermanos, aunque en el fondo siento que mi corazón sí te buscaba, te anhelaba, te necesitaba. Pero desde el primer momento que supe que te llevaba en mi fuiste deseado y querido, tanto como a ellos. Es increíble que se pueda querer tanto algo que ni siquiera sientes, es imposible que exista un amor más puro y sincero.
Se que durante mucho tiempo, casi hasta el momento de nacer, solo te quise yo. No es que los demás no te quisieran, simplemente eras "otro más", sufriendo la desgracia de ser "el tercer" desde antes de nacer. No te enfades, en realidad creo que es algo que le pasa a todos los terceros, que parece que llegan por rebote, por accidente, no por un deseo ferviente de completar una familia.
Sí, percibí esa falta de ilusión que viví con tus hermanos, y eso me hizo quererte aún más, sentir que debía darte aún más amor.
Tu embarazo no fue fácil, en realidad no lo fueron las circunstancias. Mi cuerpo no estaba tan fuerte y fresco como en el primero, tus hermanos me robaban ese tiempo que me hubiera gustado poder dedicarte en exclusiva, a cuidarme, a esperarte, me sentí muy sola física y emocionalmente pero aún así disfruté cada uno de los minutos que te llevé dentro de mi, sintiendo tus movimientos, la sensación más maravillosa de la vida que hoy forma parte de mis recuerdos.
Me pesaba tu barriga, me sentía exhausta y me dolía cada músculo del cuerpo, pero la felicidad de llevarte dentro, gestarte, ser el albergue de tu vida en ciernes lo compensaba todo. Aún a veces me sorprendo apoyando mis manos sobre mi barriga, acariciándola en un gesto totalmente involuntario, como cuando te llevaba dentro.
Pero ahora estás fuera, en mi vida, en mis brazos, puedo acariciarte directamente, tocarte, besarte, perderme en tu preciosa mirada de ojos verdes, volverme loca con tu sonrisa, disfrutar con el sonido de tu risa que es la mejor de las bandas sonoras. Cada día de tu vida me siento la mujer más afortunada del mundo por ser tu madre, por tenerte en mi vida, no la imagino sin ti.
Has ido a remolque de tus hermanos mayores, no he podido dedicarte todo el tiempo que hubiera deseado porque los tres sois mis hijos y merecéis mi atención, mis cuidados y mi amor. Me siento en deuda contigo porque quiero darte más, más abrazos, más besos, más atenciones pero tengo que repartir esos momentos entre tus hermanos y tú, aunque lo que no recibes de mi lo recibes de ellos, que te quiere con locura.
Sin embargo tú me devuelves amor infinito en cada uno de tus gestos, en las sonrisas que me regalas, en los gritos que das intentando llamar mi atención, cuando tu mirada se cruza con la mía y se te ilumina la cara, cuando con tu vocecita balbuceas "MA-MA"... Haces que me sienta la persona más importante del mundo y no sabes lo feliz que soy por ello.
Mi bebé, hace poco más de un año no te imaginaba en mi vida, y desde el momento en el que naciste y estuviste en mis brazos, no imagino mi vida sin ti.
Puede que no fueras buscado, pero eres deseado, amado y necesario en mi vida, en nuestra vida. Has rellenado mi corazón que guardaba un pedacito de espacio para ti, sin saberlo. Le has dado un nuevo sentido a mi vida, me has hecho una nueva persona. Has completado nuestra familia, en el fondo se que te esperábamos y te necesitábamos.
Me has regalado la oportunidad de vivir de nuevo la maternidad, de criar a un bebé, algo que casi tenía ya descartado, por eso te doy aún más las gracias, por permitirme vivir esta experiencia por última vez en mi vida cuando ya pensaba que no volvería a pasar por ello. Y además me lo has puesto tan fácil que casi no me ha dado tiempo a saborearlo, así es normal que sea capaz de volver a pasar por esta etapa una y mil veces porque con bebés como tú la maternidad es un auténtico regalo.
Además nos has convertido en familia numerosa, tu llegada ha transformado nuestra familia y sí, nos has puesto patas arriba pero bendito caos y bendita locura. A pesar de lo difíciles que son algunos días, de no poder llegar a todo, de la sensación de malamadre por no daros a cada uno la atención que necesitais, tu llegada y esta preciosa familia que has completado es un deseo hecho realidad, una realidad que con sus altibajos me hace feliz día a día.
Mi bebé, que sepas que tu madre te quiere infinito, y que ser el tercero te ha convertido en especial. No eres el último, ni el pequeño, eres tú, mi tercer bebé, y ser tú te hace especial. Eres especial precisamente porque no te esperaba y tu llegada ha sido un soplo de brisa fresca, un nuevo reto en mi vida, un punto y a parte, el comienzo de una nueva etapa familiar y personal de la que solo espero quedarme con lo bueno lo mejor.
Si hay algo que me hace feliz es comprobar que tú eres querido por tus hermanos, esos que te aman con locura, que se pelean por cuidarte más y mejor, que no han mostrado un ápice de celos o rechazo hacia ti. Tus hermanos que no solo te han recibido con los brazos abiertos sino que me ayudan día a día en todo aquello a lo que no llego, que se implican contigo sin condiciones, que quieren ayudarte a crecer, a aprender, que tampoco entienden ya esta familia sin ti.
Tras este primer año que se me ha escapado como arena entre los dedos, solo te pido por favor que no crezcas tan rápido. Déjame disfrutarte despacito, sin prisas, déjame ser mamá de un bebé un poco más, déjame tiempo para grabar cada una de tus sonrisas en mi memoria, déjame poder acunarte en mi regazo como si aún fueras recién nacido, déjame deleitarme en esta etapa un poco más. Se que no puedo detener el tiempo así que seré yo la que intente aprovechar cada uno de los segundos que paso a tu lado.
Mi bebé no buscado pero deseado y muy querido, te prometo seguir disfrutando del placer de criarte, verte crecer, y prometo poner lo mejor de mi para que lo hagas seguro y feliz.
Gracias por llegar a mi vida.
Gracias por hacerme tri-madre y poner mi vida patas arriba.
Gracias por regalarme una nueva maternidad y el placer de criarte.
Gracias por enseñarme a ser mamá de nuevo, por imponerme el mayor reto de mi vida.
Gracias por hacerme sacar fuerzas y valor de donde no creía que hubiera.
Gracias por dejarme comprobar que lo que parecía imposible, se puede hacer.
Gracias por hacer felices a tus hermanos.
Gracias por completar nuestra familia.
Gracias por completar mi vida.
Gracias por hacerme tu madre.
Gracias por este maravilloso primer año de tu vida.