Casi todas la mujeres tiene una edad o un momento en el que les surge el instinto maternal y desean tener un bebé. Predecir cuando te vas a quedar embaraza es algo imposible, por ello si no lo has conseguido en los primeros meses que lo has intentado, no tienes por qué preocuparte. Si la espera se demora en un más de un año, lo mejor es que lo consultes con un médico, ya que puede tratarse de algún problema de fertilidad.
En muchos de estos casos, los médicos recetan Omifin, que es un medicamento que contiene citrarto de clomifeno y estimula la ovulación de la mujer. Principalmente lo recetan para aquellas mujeres que no ovulan y no tienen posibilidades de quedar embarazadas. Una parte del ciclo menstrual es la ovulación, esta se produce aproximadamente cada 28 días. Este proceso se da cuando el ovario libera un óvulo y este desciende hasta el útero, a través de las trompas de falopio, para que pueda ser fecundando por el espermatozoide. Omifin puede hacerte ovular por los dos ovarios a la vez, es decir, que aumenta los períodos fértiles en la mujer.
Omifin no se suele vender sin receta por lo menos en países como España, Argentina, México Colombia o Chile. Nunca te automediques, siempre consúltalo con tu médico o ginecólogo y que él te lo recete si procede. Se utiliza para casos de ovulación irregular o ausencia de ella y en aquellas mujeres que tienen Síndrome de Ovario Poliquístico.
Omifin no es un tratamiento exclusivo en mujeres, ya que también se utiliza para tratar la infertilidad masculina en caso de oligoastenospermia. A veces, puede recomendarse en tratamientos de fecundación in vitro para aumentar las posibilidades de embarazo.
En ocasiones, las ganas de quedarse embarazada pueden jugar en tu contra y que no consigas quedarte en el primer ciclo con Omifin. Bajo la supervisión del médico se pueden seguir haciendo más ciclos, debes tener paciencia. Ten paciencia e intenta no comparar con otros casos, pues te pueden afectar negativamente en el estado anímico. Mantente positiva y si tienes dudas con Omifin no dejes de preguntárselas a tu médico.
¿Conocías este medicamento? ¿Te lo han recetado alguna vez?
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