Desde el blog de La Cestita del Bebé os dejamos las pautas para tener un embarazo saludable, el secreto está en la placenta.
¿Quiere estar segura de que su bebé se desarrolla y crece normalmente durante todo el embarazo? No dudes en hacer todo lo posible para mantener una placenta sana que te aporte todos los nutrientes que necesitas durante todo el proceso.
A veces pasamos por alto la salud de la placenta durante el embarazo. Nos centramos en la seguridad del feto y de la futura madre, pero nos olvidamos por completo de este órgano tan importante. Es la principal forma de comunicación entre ambos y también tiene requisitos especiales. Y tú, ¿sabes cómo conseguir una placenta fuerte y sana para proteger a tu bebé? ¿Conoces sus importantes funciones y los riesgos asociados a él durante el embarazo? Le brindaremos toda la información que necesita para mantener su organización saludable y generar un impacto positivo.
¿Qué es la placenta?
La placenta es un órgano que se desarrolla en el útero de la mujer y se desarrolla sólo durante el embarazo. Crece con el feto porque su función es proteger al feto a la vez que le proporciona todo lo que necesita durante el embarazo.Este órgano es delgado pero fuerte. Tiene forma de saco y contiene el líquido amniótico en el que crece el bebé. Se adhiere a la pared del útero de donde sobresale el cordón umbilical. Este cordón está conectado directamente al bebé a través del cordón umbilical. La placenta se puede adherir a la parte posterior, a los lados, a la parte posterior o frontal del útero. La conexión con la parte inferior del útero es menos común y se llama placenta previa o placenta baja.
Al igual que la salud de un feto que necesita ser cuidada, la placenta crece, se desarrolla y sufre varios cambios durante el embarazo para adaptarse a su entorno y funcionar de manera óptima.
Principales funciones de la placenta
Para comprender lo importante que es realmente preservar la placenta durante el embarazo, es necesario saber qué funciones realiza:Proporcionar oxígeno al niño
La placenta es el tejido conectado al torrente sanguíneo de la madre. El oxígeno llega a través de la sangre, lo que no sólo mantiene vivos los tejidos, sino que también garantiza un suministro adecuado de oxígeno al bebé. A través del cordón umbilical, el feto recibe oxígeno y libera dióxido de carbono. Estos desechos regresan a la circulación de la madre y se excretan por la respiración.Aporte de nutrientes
Lo mismo ocurre con los nutrientes que un niño necesita para desarrollarse y crecer. Las proteínas, los ácidos grasos, las vitaminas, los minerales y la energía llegan al bebé a través de la placenta y el cordón umbilical. Prevenir fugasA medida que el niño crece, produce sus propios desechos. Principalmente restos de tejido que no ingresan al líquido amniótico sino que pasan a través del cordón umbilical hasta la placenta. A través de la circulación, los desechos son transportados a la placenta y luego a la madre. Se excretan por la orina, al igual que otros desechos de la madre.
Barrera protectora
Otra función extremadamente importante de la placenta es crear un ambiente protector para el bebé. Nada puede entrar ni salir de este saco a menos que pase a través del condón del cordón umbilical.El sistema inmunológico fetal aún no está completamente desarrollado, por lo que la placenta y el sistema inmunológico de la madre son los encargados de controlar la posible entrada de microorganismos externos.
¿Cómo es una placenta sana?
Lo creas o no, la placenta puede no ser saludable durante el embarazo. Debe reunir varias características que protejan completamente al feto y actúen como una barrera natural.¿Cuáles son las características de una placenta sana? Preste atención a los siguientes detalles:
• Forma de disco
• Diámetro medio aprox. 20 centímetros
• Espesor 2 a 3 cm
• Peso aproximadamente 500 gramos
• Colocado en el lugar correcto
• Buena adherencia al útero
• Conexión con cordón umbilical, la longitud debe ser de aprox. 55cm
Aunque estas medidas y pesos son más o menos orientativos, la placenta de cada mujer será diferente. Son diferentes incluso en distintos embarazos de la misma madre. Para garantizar la salud de la placenta, es necesario prevenir diversos factores que pueden afectar su función y amenazar la protección del feto.
¿Qué factores afectan la salud de la placenta?
Entre los factores que afectan la salud de la placenta durante el embarazo destacamos:La edad de la madre
Los problemas placentarios son más comunes en mujeres maduras, especialmente en las mayores de 40 años.Embarazo múltiple
Los gemelos, mellizos, trillizos y otros tipos de partos múltiples pueden afectar la formación normal de una placenta sana. Ya sea uno de los bebés o todos los bebés. En tales situaciones, realice siempre un seguimiento preventivo.Tener hipertensión
La presión arterial alta también afecta la adecuada oxigenación de los tejidos, lo que a su vez afecta las propiedades y función de la placenta.Coagulo Patía
Además, algunos trastornos de la coagulación aumentan el riesgo de sufrir problemas placentarios porque afectan en mayor o menor medida a la salud de los tejidos.El consumo de drogas
Las investigaciones muestran que el consumo de determinadas sustancias, como el tabaco, la cocaína y determinadas drogas, puede aumentar el riesgo de problemas al reducir la saturación de oxígeno de la placenta.Un trauma abdominal
La placenta también puede verse afectada por golpes, empujones, movimientos rápidos y otras lesiones en la zona abdominal (por ejemplo, como consecuencia de una caída o un accidente automovilístico). El problema más común en este caso es la separación prematura de la placenta.Tener incidencias anteriores
El riesgo es mayor si una mujer ha tenido problemas placentarios en otros embarazos y si se ha sometido a una cirugía uterina previa, ya sea una cesárea, extirpación de fibromas u otra cosa, así que controle su condición y desarrollo durante todo el embarazo.¿Qué problemas pueden ocurrir con la placenta?
Los problemas placentarios suelen ir acompañados de síntomas muy típicos. Entre los síntomas más comunes nos centramos en el sangrado vaginal, el dolor abdominal o bajo abdominal, el dolor de espalda y las contracciones uterinas. Notar cualquiera de estos síntomas es suficiente para llevarlo rápidamente a la sala de emergencias. Podría ser un problema con la placenta como se muestra a continuación:Desprendimiento de la placenta
Uno de los problemas más comunes es la separación prematura de la placenta. Puede separarse parcial o completamente del útero antes del nacimiento. Además del sangrado masivo, la madre también corre el riesgo de sufrir falta de oxígeno y nutrientes para el niño.La antigua placenta
Si la placenta se pega y cubre total o parcialmente el cuello uterino, se llama placenta previa. Es común al principio del embarazo y puede desaparecer por sí solo a medida que avanza el embarazo. Esto puede provocar un sangrado más o menos abundante, que requiere cierto control. Si no desaparece, se necesita intervención médica en el tercer trimestre.Placenta adherida
Después del nacimiento, la placenta se cae por sí sola y se desecha. Si se adhiere demasiado a la pared uterina, se llama placenta accreta y existe riesgo de sangrado abundante durante el parto. En los casos más graves, se requiere una cesárea para extirpar el tejidoPlacenta retenida
Si la placenta no es expulsada aprox. 30 minutos después del nacimiento, la placenta permanece. Esto se debe a que queda atrapado en el cuello uterino o en el útero y se supone que no debe sangrar. Debe retirarse para evitar el riesgo de infección de la madre.Consejos para mantener tu placenta sana
Así como cuidamos nuestro tejido cardíaco, tejido pulmonar, riñones o cerebro, también es importante cuidar la placenta durante el embarazo y proporcionarle todo lo que necesita para estar sana. Definitivamente quieres lo mejor para tu bebé; comienza por proporcionarle el entorno adecuado para que crezca.Estos consejos, aunque muy sencillos, son los mejores que puedes tener en cuenta para disfrutar de una placenta sana durante el embarazo:
Beber abundante agua
Para que la placenta tenga el grosor y la elasticidad necesarios, es importante mantener una humedad adecuada. A veces durante el embarazo nos olvidamos de beber el agua necesaria y uno de los primeros tejidos que notamos es la placenta. Asegúrate de beber al menos 2 litros de agua al día, preferiblemente agua sola o en infusión. Mantenga su placenta saludable simplemente distribuyendo su ingesta de líquidos a lo largo del día.Correcta alimentación
También es importante proporcionar los nutrientes que su placenta necesita para una placenta sana. Basta con seguir una dieta equilibrada que incluya todo tipo de verduras, frutas, proteínas animales, legumbres y frutos secos. No olvides añadir vitaminas a tu dieta. Si su médico le receta suplementos nutricionales, debe seguir estrictamente el régimen. Si ha tenido problemas con la placenta en el pasado, su médico a menudo le recomendará aumentar la ingesta de ciertos nutrientes.Ejercicios fisicos
El ejercicio suave durante el embarazo es otro consejo importante que puede seguir para mantener la placenta sana. Tenga mucho cuidado al realizar ejercicios de alto impacto. Elija un producto más ligero que se adapte a sus necesidades. Desde caminar, nadar, hacer yoga o Pilates hasta levantar pesas de forma controlada. Esté siempre bajo la supervisión de un profesional que pueda indicarle qué opciones son mejores para su situación particular.Evitar malos hábitos
Algunos hábitos son perjudiciales para la placenta. Beber alcohol, fumar, tomar otros medicamentos, el ejercicio intenso, la falta o mala calidad del sueño y una dieta desequilibrada pueden provocar el envejecimiento prematuro de todos los tejidos, incluida la placenta. Intenta controlar el estrés durante el embarazo, hazte chequeos periódicos y, lo más importante, contacta con tu médico lo antes posible si notas algún síntoma extraño.Siguiendo todos estos consejos y el sentido común, podrás tener la placenta sana que tu bebé necesita para crecer fuerte y sano. Disfruta de tu embarazo cuidándote lo mejor posible y lo sentirás a largo plazo. Con esto nos despedimos, nos leemos en la próxima ocasión.