Para ello, debemos prestar especial atención a las respiraciones durante y luego del parto que vamos a llevar a cabo en ese día tan crítico y durante todas las horas que corresponda, con toda la calma que se pueda tener, ¡solo se trata de un procedimiento natural por el que hay que pasar!
Es de suma importancia desempeñar un juego de entrada y salida de aire adecuado, rítmico y correcto en el parto, porque ese ejercicio colaborará con creces a relajar a la embarazada a punto de parir y mitigará su dolor.
Además, promoverá el buen estado del recién nacido en su proceso de ver la luz por primera vez y en su desarrollo posterior.
La base está en realizar respiraciones pausadas y profundas, que se deben incrementar con las contracciones para que el dolor remita, y al final, durante la expulsión del bebé, es necesario tomar mucho aire para empujar con toda la fuerza posible.
¿Nos contáis vuestra experiencia durante el parto?