A lo largo de la historia han existido varios métodos para conocer el sexo del bebé cuando todavía está en la barriga, como por ejemplo la forma de la tripa; si es puntiaguda es niño, en cambio si es redondita es niña. Sin embargo esta tradición popular no tiene ningún fundamento científico.
¿Alguna vez os han acertado el sexo del bebé basándose en la forma de la barriga? Seguramente a más de una sí, pero no es tan difícil, al fin y al cabo hay un 50% de probabilidades de acertar!
Cuando una mujer se queda embarazada, la forma de su barriga e incluso todo su cuerpo entero sufre una serie de cambios, pero éstos no tienen nada que ver con el sexo del bebé. Cada mujer es distinta, con una constitución distinta. La forma de la tripa puede variar dependiendo de muchos factores, puede darse que una mujer tenga los músculos del abdomen más elásticos debido a partos anteriores, si la pelvis es más bien estrecha la tripa será más puntiaguda, y si la madre de de estatura baja, lo normal es que la tripa sea más redondita.
En definitiva... a veces es divertido escuchar a la gente decirte cuál será el sexo del bebé por esta tradición popular, ¡pero no os fiéis demasiado!
Imagen: cedelros / Flickr
¿Vosotras creéis en estos mitos?