Podemos decir que algunas veces nos resulta inevitable de asociar los antojos y el embarazo ya que es un impulso de urgente que aparece a cualquier hora del día y en cualquier momento de la gestación, lo llegan a presentar tres de cada cuatro embarazadas, tal como nos recuerda el Dr. Santi en su blog. Sin embargo, no es evidente su asociación con una falta de requerimientos nutricionales y menos aún, con la tradición popular de creer que determinadas manchas de nacimiento en la piel del bebé son fruto de antojos no satisfechos durante el embarazo de la madre.
Foto: Travesuras de bebés.
Lo que sí parece estar claro es que los enormes cambios hormonales propios de la gestación aumentan la sensibilidad de determinados sentidos como el gusto y el olfato, pudiendo evocarse en la mente el recuerdo visual de un objeto por un aroma, un sonido… convirtiéndose así en una necesidad imperiosa difícil de controlar.
Sin embargo, no todas las mujeres embarazadas lo manifiestan, pudiendo estar la clave de ello en el hecho de acostumbrarse a adquirir hábitos saludables como desayunar todas las mañanas (saltarse el desayuno puede aumentar los antojos), caminar diariamente y tener un buen apoyo emocional, pues las alteraciones del ánimo que acompañan al embarazo pueden llevar a tranquilizarse comiendo más de la cuenta.
¿Has tenido caprichos durante tu embarazo? ¿Cuál ha sido el capricho más extravagante que has conocido y/o sufrido?