En unos días comienza Semana Santa, unos días en que tanto niños como adultos podemos disfrutar de unas ‘mini-vacaciones’, que después de tres duros meses de trabajo, ya nos merecíamos. Sin embargo, pese a nuestro entusiasmo, lo cierto es que viajar con niños puede ser una aventura maravillosa o un poco ‘tormentosa’. Todo depende de una buena planificación, si pensamos bien nuestras vacaciones todo puede salir perfecto.
Lo principal es escoger bien el alojamiento. Además de ajustar nuestro presupuesto, debemos verificar que los niños puedan alojarse con los adultos. Parece evidente, pero es importante asegurarse de que los peques pueden dormir en la misma habitación que los padres. En caso de grandes familias, lo mejor son las casas rurales o apartahoteles.
Después está el asunto de las maletas. Los niños ensucian su ropa muy a menudo, por lo que debemos planificar bien la vestimenta del pequeño para cada día e incluir en el equipaje al menos dos o tres mudas adicionales. Tampoco está de más llevar al viaje un bote de detergente, por si fuera necesario. Por supuesto, tenemos que tener muy en cuenta la temperatura y previsión meteorológica del lugar que vayamos a visitar, para condicionar nuestro equipaje a ello.
Por último, debemos tener muy en cuenta la oferta cultural y turística del destino de las vacaciones. No todos los sitios están preparados para los niños pequeños. Con el fin de evitar sorpresas, lo mejor es consultar antes de la salida las páginas web de los principales lugares que queramos visitar.
Y vosotros, ¿tenéis planificadas vuestras vacaciones?
Imagen: gregor_y