Sin lugar a dudas es una aventura. Viajar en coche con niños, aunque sea una distancia corta, es algo que hay que planificar muy bien. Sobre todo cuando entre los pasajeros del vehículo se encuentra algún niño o niña.
Desde TUMINIYO os recordamos algunos detalles que debemos tener en cuenta antes de girar la llave de contacto.
Sistemas de retención
Precisamente, la Dirección General de Tráfico nos recuerda estos días algo muy importante. Los menores de edad de estatura igual o inferior a 135 cm que se desplacen en vehículo, deben hacerlo con el sistema de retención infantil adecuado a su talla y peso como la norma exige. Deberán ir sentados obligatoriamente en los asientos traseros de los vehículos, excepto cuando el vehículo no disponga de asientos traseros, cuando todos los asientos traseros estén ya ocupados por otros menores de las mismas características o cuando no sea posible instalar en dichos asientos traseros todos los sistemas de retención infantil. Solamente en estos casos mencionados, los menores podrán ocupar el asiento delantero del vehículo. Eso si, siempre utilizando el sistema de retención homologado a su talla y peso.
Igualmente, Tráfico ha indicado que los ciudadanos que tengan que comprar una nueva sillita de seguridad infantil deben saber que el nuevo reglamento Europeo es UNECE R-129 o I-Size. Esta normativa convivirá en paralelo durante los próximos años con la regulación R-44, fruto de la necesaria actualización para adaptarla a los nuevos avances tecnológicos.
Así, según el Reglamento de Circulación, los sistemas de retención infantil se instalarán en el vehículo siempre de acuerdo con las instrucciones que haya facilitado su fabricante. Estas instrucciones indican de qué forma y en qué tipo de vehículos se pueden utilizar de forma segura.
Organizar y planificar el viaje
Planificar bien el viaje es imprescindible. El viaje debe ser cómodo para ellos y, sobre todo, para quien conduce. El trayecto no puede convertirse en una pesadilla o una tortura para ninguno de los ocupantes. Para ello planificaremos bien la hora de salida y las posibles paradas.
Iniciar el viaje a la hora en la que suelen dormir o hacer la siesta puede beneficiar a todos. Los niños pasarán parte del trayecto durmiendo y el viaje se les hará más llevadero. Las paradas se deben hacer coincidir con la hora de la merienda y sus comidas, eso evitará algún que otro disgusto.
Recursos a mano
Debemos hacer que el asiento de atrás sea lo más parecido a su lugar de ocio, pero sin pasarse. Tendremos en cuenta no olvidarnos de sus juguetes o muñecos favoritos, una manta (si es invierno) y algun libro.
No podemos pasar por alto la música. En el reproductor tengamos la costumbre de incluir alguno de los discos que suelen escuchar. Cantar canciones a viva voz con ellos les resulta muy divertido y a nosotros nos sirve para liberar tensiones.
Guardarnos un as en la maga, por ejemplo una chocolatina o un muñeco, nos puede ayudar cuando la cosa se pone “tensa”.
Por si las moscas
Sería conveniente incorporar al equipaje un pequeño botiquín básico con gasas, suero fisiológico, termómetro, tiritas y algún analgésico. En él también debemos hacer hueco para sus medicamentos habituales, nos pueden sacar de un apuro.
La crema solar, los repelentes de insectos y las cremas para picaduras tampoco están de más en ese botiquín. Tanto en las paradas como en el destino nos pueden ser de utilidad.
Conviene no olvidar las tarjetas de la Seguridad Social o del seguro médico privado y las cartillas de vacunación de los niños.
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