Pues aquí Peque, que es adicta a esos programas, creo que ya comenté en otra entrada que ha decidido hacer arquitectura, "voy a estudiar arquitectura y diseño de interiores, así lo hago todo, les diseño la casa tanto el exterior como el interior, yo les hago todo, hasta les digo qué cojines colocar y dónde", está en plena campaña de desahucio hacia su hermano. Empezó poco a poco "si esta fuese mi habitación, cambiaría ... " y dibujando planos y más planos, en perspectiva, sin ella, .... la verdad, es que hay que decir que se le da bien.
Desde que se marchó en septiembre Primogénito, se hizo con la habitación de su hermano, cambió el edredón, se llevó su almohada y la almohadina (sigue durmiendo con la almohada de la cuna) y a Dipsy, poco a poco también el oso, el perro azul y sus trastos, le vació algún que otro estante del armario para colocar sus cosas, no más porque la mayoría de la ropa la comparten las dos y LaMediana se negó a que se llevase la ropa. Todo lo fue haciendo poco a poco, cada día aparecían más cosas suyas en la habitación de su hermano ... Le descolgó la diana y colocó el cuadro con fotos suyas y de su prima C., que ésta le regaló para el cumple, llegó un día que sacando la ropa de la lavadora encontré ¡¡una camiseta de pijama de Primogénito!!. Vamos, que se ha ido haciendo poco a poco con la habitación y claro, ya tenemos fecha de regreso de Primogénito por Navidad, como el turrón, y ¡¡¡no quiere volver a su habitación!!!
Lo bueno, es que si bien, al principio de irse de la habitación que las dos comparten, LaMediana le suplicaba por las noches fuese a su cama a dormir porque no quería dormir sola que le daba miedo, ahora no quiere que vuelva "que no, que ya me acostumbré a dormir sola y ya no tengo miedo, y así no me despertará hablando dormida, que yo creo que tengo miedo por las noches por dormir con ella que habla dormida y dice cosas raras"
Las dos están convencidas de que cada una quiere su habitación y que su hermano que ya es mayor "necesita intimidad y un baño para él solo, así que lo mejor que podemos hacer es que él tenga su habitación abajo en el garaje, con su baño y además estará encantado porque no le reñirás cuando meta a Jacko en la cama, y por tener tiene hasta cocina/comedor, y si se lo ponemos bien gimnasio"
Que esa es otra, que lo que antes era habitación de juegos de los niños, ahora es trastero de niños y habitación de los perros, pues en el sofá cama es donde duermen los dos perros, y todo lo que ha ido sobrando de sus habitaciones en los últimos años está por allí apilados. Por otro lado, en los últimos años, el garage en general ha pasado a ser un trastero donde todo está sin orden ni concierto, se almacenan las cajas sin saber qué hay en ellas y, sin embargo, las estanterías colocadas para almacenar están cuasi vacías. La banca de pesas y abdominales acumulan anoraks viejos y trastos varios.
También pienso, que es cierto, que el niño ya tiene una edad, y quizás sería bueno para todos que él tenga cierta independencia e intimidad, que además está acostumbrado a vivir solo y a mí me saca de quicio cuando empiezo a ver que los pantalones se van acumulando junto con los jerseys, sudaderas, etc. encima del sillón de su habitación. Que los primeros días paso encantada y recojo y no digo nada, pero cuando está tres meses en casa... como que me harta un poquito ver como se tira días y días amontonando ropa en el sillón y empiezo a pegar voces, que a mí lo que haga por allá con su ropa y su habitación me da igual, pero aquí no, un poquito de por favor.
Así que aquí estoy, decidida a dar un cambio en casa, dando vueltas a ver si con un poco de suerte para Semana Santa ya le tenemos preparada la habitación abajo y despejado el garaje por completo. Claro que necesito colaboración para ello, de momento ya he conseguido que el padre de las criaturas piense que es buena idea, y que sí que lo vamos a hacer. Ahora lo complicado es a ver en qué momento lo engancho para ponernos a ello.
Y como esta también es mi casa, pues también ando ahí ahí, porque las niñas ya son mayores, ya no son dos locas adolescentes, tienen sus momentos, claro está, pero ya no es lo mismo que cuando empecé. También porque cada día tengo menos tiempo, al menos de momento que es casi un vivir sin vivir en mí. No sé qué haré. De momento sigo pensando qué hacer.