Tristemente tienes que saber que los jueces, esos que deberían apoyarnos, no lo hacen. Siguen haciendo gala del más retrogrado machismo, de la más cruel misoginia y nos siguen humillando.
Por desgracia tengo que contarte que aún nos juzgan por el largo de nuestras faldas, que siguen aceptando como prueba nuestra ropa, nuestras bragas para decidir si ese bestia es o no culpable de violarnos.
Que siguen sin entender que todo lo que no sea un Sí es un NO, hostia.
Que siguen sin creernos, que esta ley no nos ampara, no, lo siento, aún no lo hace y cada día nos da más asco. Y Sí, aunque me duela decírtelo siguen dejando que nuestros maltratadores y asesinos vean a nuestros hijos, y por terrible que te parezca aún los matan para vengarse.
Aún somos nosotras las que tenemos q escapar, dejar nuestras vidas, mirar atrás con miedo, mientras que ellos siguen libres, acosando, amedrentando, pegando, vejando... Matando.
Pero aunque todo esto nos rompa, aunque todo esto nos desgarre por dentro y por fuera, también tengo que decirte q algo ha cambiado, que entre nosotras algo despertó, q la calle es nuestra, que vamos a seguir gritando, q vamos a seguir llorando y quejandonos juntas, que estamos unidas en esto, q cada mañana nos despertamos pidiendo que este día de mierda no exista, pero existe.
Que estamos dispuestas a educar a nuestros hijos, a pelear, a encararnos con amigos, conocidos y desconocidos, a desmontar comentarios y comportamientos machistas. A exigirle a la sociedad un cambio. Que este año van 44, que en 15 años hemos perdido a 972... sí, te he contado a ti.
Te juro que seguiré siendo tu voz, seguiremos hablando, gritando y llorando por ti, porque un mal nacido un día decidió quitarte la vida, pero quiero que sepas que aquí estamos luchando por darte voz...
Por favor, hoy, mañana, pasado y siempre denuncia el machismo, encáralo, siéntelo, lucha por ser la voz de las que ya no están, porque si se lo hacen a una nos lo hacen a todos.