Si vas con niños a Dinamarca, no puedes dejar de visitar Legoland y el Tivoli. Dos de los parques de atracciones más famosos del país que harán las delicias de los más pequeños y también de los mayores. Te digo esto porque al final, los mayores disfrutamos casi tanto o más que los niños porque se trata de lugares muy orientados a vacaciones familiares por lo que no tendrás que preocuparte por entretenerlos como cuando los llevas a un museo.
Y por qué no, de vez en cuando un poco de turismo ligth viene bien. Hoy en el blog, te cuento mi experiencia en los dos sitios. ¿Te vienes?
Empezaremos por Legoland
Este parque de atracciones se encuentra en la localidad de Billund, en la península de Jutlandia y a unos 300 km más o menos desde Copenhage por lo que si decides ir en tren, tardarás unas 4 horas, unos 50 minutos en avión y unas dos horas y media más o menos en coche. Nosotros decidimos alquilar un coche y de paso visitar algunos pueblecitos por el camino como Odense o Vejle.
Como siempre que se visita un parque de atracciones, lo mejor es comprar las entradas desde España para evitar colas. Ten en cuenta que una vez allí, en el parking, deberás hacer cola de nuevo para comprar los tickets de aparcamiento y otra cola (bastante rápida) para acceder al parque. Lo siguiente será hacerse con un mapa del sitio y orientarte por lo que recomiendo coger el trenecito para tener una idea más amplia de las dimensiones de Legoland.
Una vez hecho el recorrido en el trenecito y cargados con el mapa, las botellas de agua y las sillas de paseo (que podrás alquilar allí mismo por unos 5 euros) comenzamos viendo la preciosa e inmensa exposición de maquetas hechas de piezas Lego. Desde pueblecitos, parques de bomberos, muelles para barcos de carga, estaciones de tren, rascacielos y por supuesto, una réplica del palacio de la Familia real danesa, Amalienborg. Y ¡alucina! todo está en constante movimiento. Los molinos de viento, los barcos que entran y salen de los canales, los trenes, aviones y hasta los camiones en la terminal logística.
Y es que la parte de las maquetas, es de las mejores cosas de Legoland que no destaca por tener ni el mayor número de atracciones ni las más extravagantes. Eso sí, lo mejor del parque es que todo está hecho de Lego. Animales de la sabana, el mundo de los piratas etc… y lo mejor de todo es que en las colas de cada una de las atracciones, hay miles de piezas de Lego duplo para que los niños jueguen hasta que te toca el turno.
Para comer ya sabes, como en la mayoría de los parques de atracciones. No muy bien y bastante caro por lo que no es mala idea llevarse unos bocatas.
Horarios
El parque abre a las diez de la mañana y cierra a las ocho de la tarde en temporada alta por lo que merece la pena dormir allí el día anterior para aprovechar al máximo ya que en parques como Disneyland París la apertura es mucho más amplia y no merece la pena ir corriendo.
Precios
Los precios de las entradas a Legoland dependen del tiempo de antelación con el que las compres. De este modo, si las adquieres con más de 7 días de antelación, el precio por niño será de 279 DKK / 37 Euros y por adulto, 295 DKK / 39 Euros
Tivoli
Aunque también es un parque de atracciones, nada que ver con Legoland. El Tivoli es el lugar preferido no solo de los turistas que visitan Dinamarca sino de los propios daneses que suelen visitarlo a menudo. Tienes dos formas de acceder:
Comprando solo la entrada al parque y comprar los tickets cada vez que te montes en una atracción (120 DKK / 16 euros)
Comprando la entrada completa con acceso ilimitado a las atracciones (220 DKK / Unos 23 euros)
Aquí, la decisión es tuya porque si eres de lo que te montas en todo, quizás lo mejor sea comprar la entrada completa. Por otro lado, te explico cómo va lo de los tickets porque con esto suele haber bastante confusión. Cada atracción puede valer uno, dos o tres tickets y está indicado en un cartel en la puerta de cada una de ellas. Si por ejemplo la atracción en la te quieres montar cuesta dos tickets, deberás acudir a una de las máquinas de autoventa y comprar los tickets que necesitas para montarte. Ten en cuenta que no admiten cash por lo que debes tener a mano tu tarjeta de crédito. Si esta es la opción que has elegido, no te asustes por el ir y venir a las máquinas de tickets porque hay muchas y nunca suele haber cola ni aglomeraciones.
Lo más bonito del Tivoli es verlo al atardecer. Es en este momento cuando más se aprecia ese carácter vintage del parque con sus luces y guirnaldas y sus espectáculos al aire libre. Como está situado en pleno centro de la ciudad, junto a la plaza del ayuntamiento de Copenhage, podrás llegar fácilmente en transporte urbano o incluso andando.
Itinerario caminando en unos 20 minutos:
Sitúate en el famoso Nyhavn de Copenhage y camina cinco minutos en dirección a Magasin Du Nord (Centro Comercial frente al Teatro Real) y toma la calle Stroget (la conocida como la calle peatonal comercial más larga de Europa). Justo al final de Stroget, junto al Hard Rock Café de Copenhage, llegarás a Radhuspladsen, la plaza del Ayuntamiento. Desde ahí, solo deberás cruzar la calle y ya estarás en Vesterbrogade, es decir, en el Tivoli.
Y hasta aquí el post del hoy. Espero que te haya gustado y si tienes alguna duda, deja un comentario en el post o escríbenos a info@uncolumpioeneljardin.com
Y tú, ¿Eres de las que disfrutas más que tus hijos en los parques de atracciones? Yo sí…
Feliz semana!
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