De una generación a otra hemos pasado del autoritarismo clásico: lo haces porque te lo digo yo a una exceso de permisividad, probablemente debida a confundir el afecto y la atención con el consentimiento continuo, la ausencia de límites, normas y en algunas ocasiones, incluso respeto. Por eso hoy quiero hablarte de la disciplina positiva y ofrecerte las herramientas para establecer límites sin autoritarismo.
¿Qué es la disciplina positiva?
La disciplina positiva es una metodología educativa que tiene como objetivo dotar a padres y educadores de estrategias para que sean amables y firmes a la vez, con el fin de que cualquier niño, desde uno de tres años a un adolescente rebelde, pueda aprender a colaborar creativamente y a tener autodisciplina sin perder su dignidad.
La disciplina positiva se basa en el respeto mutuo y la colaboración, todo con la intención de enseñar al niño competencias básicas para la vida.
Es un modelo educativo que pretende entender el comportamiento de los niños y la forma de abordar su actitud para guiarles en su camino siempre de forma positiva, afectiva, pero firme a respetuosa tanto para el niño como para el adulto.
Se basa en la comunicación, el amor, el entendimiento y la empatía para disfrutar de las relaciones familiares y da herramientas a los padres para entender el comportamiento de sus hijos y reconducirlo con respeto, sin luchas de poder y siempre positiva.
Es un enfoque que no incluye ni el control excesivo ni la permisividad. Se basa en el respeto mutuo y la colaboración, todo con la intención de enseñar al niño competencias básicas para la vida.
Los 5 principios de la disciplina positiva
La metodología de la disciplina positiva se basa en cinco criterios básicos, que son los siguientes:
1- Es amable y firme al mismo tiempo (respetuosa y motivadora)
2- Ayuda a los niños a sentirse importantes (Conexión y autoestima)
3- Es eficaz a largo plazo
4- Enseña valiosas habilidades para la vida (Respeto, habilidad para resolver problemas, participación, colaboración, responsabilidad…)
5-Ayuda a que los niños desarrollen sus capacidades y sean conscientes de ellas
Como ves, se pueden marcar límites sin por eso dejar de ser respetuoso y cariñoso con los peques. Es más, con la disciplina positiva le estarás otorgando herramientas para llevar una vida equilibrada.
Un niño tiene que sacar lo mejor de sí mismo por voluntad propia, no por miedo.
¿Cómo saber si es para ti la disciplina positiva?
Comprueba si te ves reflejado en alguna de estas afirmaciones:
Consideras que tus niños son desobedientes
Recurres con frecuencia a los gritos y castigos.
Tienes pequeñas guerras a la hora de las comidas.
Sientes que los pequeños no te respetan.
Tus niños se pelean entre ellos.
¿Qué vas a conseguir con la disciplina positiva?
Dejar a un lado los gritos y castigos.
Herramientas para mejorar las relaciones familiares con afecto y respeto.
Afrontar los retos diarios de una forma más respetuosa.
Comprender qué hay detrás del comportamiento de los niños.
Motivar su comportamiento y su conducta sin necesidad de chantajes.
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Crianza respetuosa no es lo mismo que crianza permisiva
La educación respetuosa no carece de límites. Muchos padres tienen problemas a la hora de poner normas en casa. No quieren imponer su criterio, evitando así un modelo educativo autoritario. ¿Cómo conseguir que los pequeños colaboren sin recurrir a chantajes, gritos ni discusiones? Seas papá, mamá o educador, la disciplina positiva te dará la respuesta.
¿Dónde? ¿Cuándo? ¿Cómo? Sigue leyendo.
Formación en Disciplina Positiva:
Límites sin autoritarismo
En este tratamos conceptos como el de la neuroplasticidad: Cuando un estímulo es significativo para nuestro cerebro, cuando atrapa toda la atención y cuando además es interpretado como placer y satisfacción salta la chispa ¡ZAS! Y la dopamina empieza a inundarnos. Ya se ha iniciado el proceso de cambio de la mente. A poco que el estímulo se repita y se repita estás, sin ser consciente, creando una nueva ruta cerebral.
Este concepto que quizás te parezca un poco aparatoso tiene mucho que ver con los cambios de hábitos en nuestra vida y uno de los más importantes es nuestra forma de educar. Puedes cambiar la forma en la que reaccionas ante un problema con tu hijo, la manera en la que le hablas y en la que le escuchas. Puedes modificar y mejorar vuestra relación y a todo esto puede ayudarte la Disciplina Positiva.
Antes del verano te dije que este otoño volvería con muchas sorpresas y hoy puedo hablarte de otra de ellas: el 21 de noviembre comienza la primera promoción de mi formación en disciplina positiva: límites sin autoritarismo.
¡Haz clic en la imagen para obtener más información!
Recuerda que el respeto empieza por uno mismo. Un niño solo puede optimizar su desarrollo al máximo con un educador sensible, constante, afectuoso y comprometido.
Las plazas en ambos cursos son limitadas, así que te recomiendo que te matricules cuanto antes. Si tienes cualquier duda, puedes contactarme a través de mi correo o dejando un comentario en este artículo.
¡Apúntate al cambio!
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