Seguro que todos hemos oído hablar del Método Educativo Montessori. Fue introducido por la educadora italiana María Montessori a finales del siglo XIX y principios del XX con el fin de conseguir que los niños fuesen más felices. Este método ha tenido un impacto a escala mundial. Ha sido el método de enseñanza elegido por los Duques de Cambridge para el Príncipe George. Lo cual ha provocado un aumento de los interesados en las escuelas Montessori en Inglaterra del 65%.
Cada vez hay más padres interesados en este método, que además de un método de enseñanza, se trata de una filosofía que fomenta el desarrollo natural de las aptitudes del niño.
La parte más importante de la vida no corresponde a los estudios universitarios, sino al primer periodo que se extiende desde el nacimiento hasta los seis años, porque es en este periodo cuando se forma la inteligencia, el gran instrumento del hombre. Y no solo la inteligencia, sino también el conjunto de las facultades psíquicas.
María Montessori
Educar niños felices
Veamos algunos principios de esta educadora para criar niños felices:
1. Mente absorbente. La mente de los niños es maravillosa. Los niños son curiosos, lo cual es una gran motivación para aprender. Es bueno que ellos descubran, en vez de ser meros receptores de los conocimientos. Como padres, podemos fomentar esta curiosidad y ayudarles a que descubran y aprendan por si mismos.
Los niños son comparados con una esponja. En cierto modo es así, su mente es muy absorbente y aprende de forma inconsciente. Los conocimientos entran en su cabeza por el simple hecho de vivir. Pero a diferencia de la esponja, la capacidad de la mente de un niño es infinita.
2. Ambiente preparado. Lo ideal es que tu peque se encuentre rodeado de un ambiente cuidadosamente preparado para alimentar su auto-aprendizaje y desarrollar todo su potencial. De este modo, el niño puede desarrollarse sin la presencia constante de un adulto. Este entorno, se adaptará para cubrir las necesidades físicas, psicológicas y sociales del niño.
Los espacios Montessori cuentan con estanterías abiertas, mesas adaptadas al tamaño de los niños y zonas de trabajo en el suelo. El espacio debe estar hecho para el niño, es decir, tiene que se capaz de auto-gestionarse, cogiendo libros, lápices,… sin tener que pedir ayuda. El adulto será una guía del desarrollo.
3. El papel del adulto. La filosofía Montessori propone un aprendizaje auto-dirigido por el niño, sin la supervisión constante del adulto. Por esto, la importancia de los espacios adaptados al niño, antes comentada. El adulto tiene el cometido de guiar al niño de forma respetuosa y cariñosa, siendo solo un observador. Proporcionando los materiales, pero sin interferir. Respetando el ritmo de cada niño y sus necesidades.
4. Autonomía. Tenemos que promover la autonomía de nuestros peques. Ya sabemos que es mas fácil y mas rápido (vamos siempre con prisas) hacerlo nosotros todo: vestirles, darles de comer, beber,…Adquirimos esa rutina y lo hacemos incluso los fines de semana y en vacaciones.
Lo mismo ocurre con el tema de recoger juguetes, habitación,…muchos padres se quejan de que están todo el día recogiendo, limpiando y continuamente detrás de sus hijos. No es culpa de ellos, es nuestra. Muchas de estas cosas las realizarían los niños si les damos la oportunidad. Tenemos que dejarlos ser autónomos, para que así crezcan.
Nosotros estamos a favor de una educación que consiga hacer a nuestros peques más felices (
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