1.- La primera es INTENTAR buscar el camino para ir detrás de lo que quiero.
2.- La segunda es HACER todo lo que esté en mi mano para atraer a mi vida lo que quiero.
Todo nuestro pasado educativo gira entorno a la primera opción de INTENTAR y CORRER detrás de las cosas que nos interesan, como el burro detrás de la zanahoria que parece que nunca llega a alcanzar. Si el burro hace todo lo que el dueño le pide, logra su Único Objetivo que es comer la zanahoria.Su único propósito está fuera de él. El burro no conoce otra cosa.
Hemos vivido tiempos de abundancia, excesos y gloria pero todo ello se ha vivido de cara al exterior lo que nos ha generado frustración, estrés e impotencia en nuestro interior. Ahora, no tenemos (desconocemos) guías de referencia positivas sino crisis económica y de valores. Y con todo este desastre, ¿qué hacemos?
Conviene volver a empezar, poniendo en orden nuestra situación actual, y eso significa “hacer todo lo imposible por ponernos en marcha y actuar en consecuencia”.
Para ello, te pongo un ejemplo personal:
“Allá por 2007 tenía unos ingresos considerables pero no acaba de encontrar mi “lugar” laboral, después de 10 años en el sector del Marketing y la Publicidad. Pero como daba dinero, ahí estaba. Había estudiado Diseño Gráfico y me había movido siempre a mi ritmo, en las empresas de las que sí me interesaba formar parte. En 2008 llegó la crisis y el nacimiento de mi primer hijo. Empecé a estudiar de nuevo para darle un nuevo enfoque a mi carrera. En 2011 pasé por una biopsia de útero y el primer despido improcedente dentro de la empresa en la que estaba. Mi vida dio un vuelco y empecé a eliminar de mi vida todo lo que consideraba que me quitaba el aire, me bloqueaba y me consumía la poca energía que tenía. Conocí a una abogada magnífica de mi sindicato y empecé a delegar los aspectos legales que se me quedaban grandes. Mientras, me dedicaba a mi niño, a mi maternidad y a mis aficciones: la lectura y el autodescubrimiento personal y profesional. No dejé de leer, estudiar ni de actualizarme. Para relajarme, empecé a recuperar acciones como velas en el baño, música de fondo, dormir a un ritmo distinto y pasear con mi bebé mientras lo porteaba. Empecé a poner en orden ideas que había dejado de lado y empecé a simplificar mis armarios, mi ropa. Empecé a vaciar mi mente con la visualización y la relajación. Después de unos meses de (reconexión), llegó la readmisión. Nada fluía de buen modo pero me dejé llevar por el momento. Seguí escuchando a mi interior. Seguí observando mis circunstancias. Caía. Me levantaba. Seguí trabajando en mi, en mis anhelos, en mis realidades y estudiando para lograr mi reorientación personal profesionalmente. Aún no sabía muy bien hacia dónde. Puse en orden archivos, papeles, documentación que ahogaba la otra parte de mi casa. En 2012 me quedo embarazada de mi segundo hijo y la empresa me despide con una mano delante y otra detrás. Mi abogada me alienta. Me tomo un mini respiro y vuelvo a delegar más empoderada que nunca. Gracias a esa situación, empezaron a llegarme mujeres y madres en las mismas circunstancias porque mi abodaga me veía fuerte. Mi entorno me veía serena, segura. Ese mismo año, mi blog empezó a tomar forma: nació Mamá Golondrina con un enfoque maternal y fue creciendo conmigo. En 2013 pasé un año de reestructuración y mini trabajos de mantenimiento. Pero enfocada en lo que mi realidad me ponía delante. En 2014 me renové con nombre propio y sigo trabajando en ello, con distintos proyectos, todos con la misma base de reorientación, renovación y reciclaje profesional. Siempre mirando al frente con ojos de mujer. Vivo como me da la real gana.”
Con esto quiero decirte que no me lancé al vacío con los ojos cerrados, no me lancé a probar suerte sin más, ni me eché a correr hasta quedarme sin aliento y tampoco me fui detrás de la primera ilusión que mi mente identificara una mañana cualquiera. Quiero decirte que esas oportunidades vinieron a mi. Yo atraje ese resultado.
Resumiendo, ¿cómo se consigue esa ACTITUD de mejor hacer que intentar?
.- Eliminar todo lo que nos consume energía o nos agota y no nos deja pensar con claridad porque de ese modo, vamos perdiendo la confianza en nosotras mismas con mucha rapidez.
.- Dedicarnos un espacio semanal para actividades que nos apasionen, de ese modo, consigues que tu mente mantenga ilusión y tu estado de ánimo encuentre momentos de placentera autoestima.
.- Si tu actitud y ánimo es positivo, atraes a circunstancias y a personas positivas. Si por el contrario, tu actitud es de queja constante y negativa, lo que atraes es un entorno oscuro, lleno de personas y situaciones incómodas y malas para ti.
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