Estoy convencido que forjamos buena parte de nuestra personalidad, adoptando el rol que suponemos que los demás esperan de nosotros. Creo que si a un niño se le repite, por ejemplo, que es nervioso en su entorno se le trata como si lo fuese siempre, y se acaba por crear una dinámica en la que ese comportamiento se convierte en un rasgo de su personalidad. También estoy seguro de que los niños no quieren decepcionarnos y por eso imitan nuestras reacciones, comportamientos o incluso aficiones, para buscar nuestra atención y aplauso. Por eso es tan difícil, es muy jodido ser perfecto todo el rato. No siempre está uno en las mejores condiciones para ser el mejor ejemplo para su hijo. A veces estás cansado, el día a sido duro o la vida le trata a uno como si le debiese algo. Pero hay que intentarlo, no hay excusa. Intentando ser el mejor padre igual no lo conseguimos, pero seguro que lo que sí se consigue es ser mejor padre que ayer o anteayer.
Pero me estoy yendo por las ramas como Johnny Weissmüller en Tarzán. Estaba intentando escribir un post sobre la valentía. Siempre he intentado que sea un niño valiente. No es raro verle de pié, subido a algún pequeño muro, dudando si saltar o no. Supongo que la prudencia y el arrojo están en ese punto al 50%. Estoy hablando de entre 60 y 70 cm. que por otro lado no está mal para tener cuatro años y medir un metro raspadillo. Yo siempre lo animo a saltar solo, sin darle la mano ni cogerlo al vuelo, como hago de alturas mayores. Al final vence al miedo y salta, y vuelve a saltar una y otra vez, ya sin dudarlo. Yo siempre le digo " ¡Muy bien! ¡ Eres un valiente!!" Esto del salto es sólo un ejemplo, pero siempre que tengo oportunidad intento modelar ese rasgo de su personalidad.
Desarrollar un talento específico para hacer algo, lo que sea está bien, y es un primer paso importante y necesario. Hay mucho destalentado suelto y hace falta gente apta. Pero la APTITUD por si sola no es suficiente, no sirve solo con tener capacidad para las matemáticas, la literatura, el arte, tocar un instrumento o jugar a la petanca nivel profesional. Lo que es más importante es la ACTITUD de cada uno al enfrentarse a esas tareas. Creo que fue Picasso el que dijo "Cuando llegue la inspiración, que me encuentre trabajando".
A los niños no es cuestión solo de enseñarles cosas (que también), para eso ya van al cole, se gana más inculcándoles una actitud curiosa hacia su entorno. Para ellos todo es nuevo, todo es interesante. No podemos atrofiar esa curiosidad porque son sus ganas de aprender.
Con la valentía es lo mismo. Hay que fomentar una actitud valiente en los niños. Una persona valiente afronta los retos que le depara la vida, y muchas veces los supera, los cobardes simplemente los rodeamos y nos quedamos a ver si tenemos mejor suerte.
Quizás , como escribí una vez en este blog, intentando que mi Leoncito sea valiente, consiga mejorar yo mismo. Al final esto de educar a un hijo va a ser como viajar al Mundo de Oz. Al final, si lo haces bien, consigues un Cerebro, un Corazón, Valor y unos Zapatos que silos chocas entre si te llevan a Kansas o a donde te dé la gana.